El portavoz del Consejo de Guardianes iraní, Abbas Ali Kadjodai, recordó ayer que ya no quedan vías legales para reclamar en relación al proceso de las elecciones presidenciales y advirtió a los candidatos derrotados de que en el caso de proseguir con sus protestas y de fomentar los rumores de fraude podrían ser juzgados.

«Según la Constitución iraní, el Consejo de Guardianes es el máximo órgano ejecutivo en materia electoral. El Consejo ha revisado todas las quejas y ha aprobado los resultados de forma unánime», explicó Kadjodai.

Admitió que se han detectado anomalías, pero que no eran tan graves como para hacer variar el resultado final. «El recuento del 10% de las urnas en todo el país, demuestra un pequeño porcentaje de diferencia», afirmó.