Más de 30 muertos en Kirkuk el día del repliegue de las fuerzas de EEUU
El día en el que las autoridades iraquíes quisieron mostrar su alegría por la retirada de las tropas de EEUU de las ciudades, Irak volvió a teñirse de sangre. Más de treinta muertos en un atentado en Kirkuk empañaron lo que Nuri al-Maliki quería que fuera una fiesta.
GARA | BAGDAG
Coches, blindados, transportes de tropas, vehículos militares y coches de Policía ondeando banderas iraquíes atravesaron ayer el centro de la capital, Bagdad, para marcar la jornada en la que el Gobierno iraquí retomó el control total de las grandes ciudades.
El primer ministro, Nuri al-Maliki, que quiso vincular simbólicamente la retirada de las fuerzas estadounidenses con el primer día de la revuelta contra los ocupantes británicos en 1920, asistió a una parada militar tras depositar una ofrenda floral ante el Monumento al Soldado Desconocido en la Zona Verde, el sector ultraprotegido de la capital.
Al-Maliki criticó «la ofensa que han hecho a los iraquíes los escépticos que no creían en su capacidad de ocuparse de su propia seguridad y por aquellos que repetían insistentemente que las fuerzas extranjeras no se retirarían y mantendrían permanentemente sus bases en el país».
«Estos últimos empleaban falsos pretextos para justificar su autodenominada oposición [al proceso político] y dieron luz verde a los terroristas para matar civiles», proclamó durante un discurso televisado.
Reiteró su «petición a todos los países árabes e islámicos para que tengan una posición frente a las fatwas [edictos religiosos] destructoras», en una clara alusión al jeque Adel al-Gilbani, mufti de La Meca, que declaró a comienzos de junio a la BBC que «los religiosos chiíes son, sin duda, renegados».
A partir de ahora, los estadounidenses se van a reagrupar en las bases situadas fuera de las ciudades y serán los 500.000 policías y 250.000 militares iraquíes quienes se encargarán de la seguridad en las ciudades.
Esta circunstancia supone una revancha para estas fuerzas de seguridad, que fueron desmanteladas en 2003 por la coalición dirigida por EEUU.
Pero frente al caos que se produjo entonces, las fuerzas estadounidenses debieron reconstruir lo que previamente habían destruido y contratar a oficiales a los que previamente había detenido bajo la acusación de ser miembros del partido Baaz de Saddam Hussein.
«Creo que el pueblo iraquí está mejor desde que se desembarazó de un dictador como Saddam Hussein. Ahora puede avanzar y dar su opinión sobre el Gobierno», afirmó el responsable de las fuerzas ocupantes, el general estadounidense Ray Odierno.
Pero este traspaso de poder se tiñó de luto por la muerte de cuatro soldados estadounidenses el lunes, la víspera del repliegue.
Por su parte, el presidente iraquí, el kurdo Jalal Talabani, rindió homenaje a las fuerzas estadounidenses por «haber derro- cado al dictador».
«Hicieron frente al peligro para combatir al más cruel de los regímenes y nuestro enemigo mutuo: el terror», afirmó a la televisión. Una coalición militar liderada por EEUU ocupó Irak en la primavera de 2003, derrocando al partido Baaz, en el poder desde 1968.
Atentado en Kirkuk
Al menos 30 personas murieron ayer y más de 45 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba en Kirkuk, en el enésimo ataque registrado en las últimas semanas en Irak.
El vehículo explotó en el mercado de Al-Chorcha, ubicado en el centro de Kirkuk, explicaron fuentes policiales, que no descartaron que aumente el número de víctimas mortales debido a la gravedad de algunos de los heridos.
Tras el estallido, las fuerzas de seguridad cercaron el área para facilitar el traslado de las víctimas a los hospitales.
El pasado día 20 Kirkuk fue escenario de otro ataque en el que fallecieron 73 personas y otras 180 resultaron heridas por la explosión de una camión bomba en un mercado.
En los últimos días el balance de fallecidos en atentados supera ampliamente los 200, dejando en evidencia la efectividad de las fuerzas de seguridad iraquíes.
«Existe el riesgo de que la violencia continúe en los próximos meses en algunas partes de Irak tras la retirada de las tropas estadounidenses», predijo ayer el secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates.
EEUU mantendrá en Irak 14.000 soldados en Irak, que estarán establecidos en bases lejos de las zonas urbanas, aunque podrán regresar a las ciudades si son reclamados por las autoridades iraquíes.