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Dos trenes condenados a chocar

Una parte del argumentario más sólido desarrollado por el movimiento social contrario a la construcción del tren de alta velocidad en Euskal Herria pone el solfa la premisa oficial de que la construcción del nuevo trazado supondrá un robusto enlace entre las redes ferroviarias de ambos lados del Bidasoa. Ese argumentario demuestra con creces la más que evidente incompatibilidad, profunda en lo conceptual e insalvable una vez que se bucea en los aspectos más técnicos, entre los planes diseñados en París y Madrid.

La asociación Urdazuri-Bidasoa, muy activa en la defensa de un modelo ferroviario sostenible y en la denuncia de los daños irreversibles de la alta velocidad, dio a conocer ayer en Urruña un minucioso estudio elaborado a partir de documentación oficial obtenida por cauces oficiales y de fuentes directamente ligadas a los proyectos a ambos lados de la muga, que viene a demostrar, con profusión de datos y cifras, la tesis de la incompatibilidad. Una incompatibilidad que se hunde en las raíces conceptuales de ambos proyectos: el que circulará por Ipar Euskal Herria está enfocado preferentemente a las mercancías, mientras que el del sur del Bidasoa fija sus preferencias en los viajeros.

Además, las previsiones de París apuntan a que el tráfico que circulará por el nuevo trazado será mayoritariamente internacional, mientras que en la CAV se reserva para ese capítulo apenas el 35% de la circulación, ya que el mayor trozo del pastel se lo llevará la conexión interna entre Bilbo, Donostia y Gasteiz, y la que unirá éstas con el Estado español. Eso significa, traducido a números, que mientras el Estado francés espera un tráfico de 210 trenes en el futuro sistema ferroviario de alta velocidad, el diseño de Gasteiz apenas dejaría pasar 110. Una diferencia difícilmente superable a la que se le unen otras ligadas a la ingeniería ferroviaria. Sólo un ejemplo: los largos trenes del norte no pueden superar pendientes superiores al 1%. En el trazado del TAV las hay de hasta el 1,8%. Una cuesta más para un tren sin impulso social.

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