Con una visión de bajos vuelos
El Gobierno de Patxi López parece dispuesto a crear su particular serpiente informativa de verano a golpe de proyectos con mucho recorrido mediático pero planteados con una visión de bajos vuelos. En apenas 48 horas han dado impulso al «mini-metro» de Donostia y a la «ampliación-reducción» del aeropuerto de Hondarribia.
En primer lugar, el alcance del «acuerdo interinstitucional» pone de relieve que la ordenación territorial de Euskal Herria se decide fuera de nuestro país y sin ni siquiera contar con todas las administraciones implicadas. Resulta paradójico que este segundo proyecto se hiciera público el mismo día en que los ayuntamientos de Baiona, Angelu y Biarritz respaldaban la candidatura de Donostia a la capitalidad cultural europea para 2016; en cambio, para remodelar la pista de Hondarribia no se tienen en cuenta ni la oposición de Hendaia ni la propuesta de los responsables del aeropuerto de Biarritz para gestionar de forma complementaria ambas instalaciones.
Además, el Gobierno español, el Ejecutivo de Lakua y la Diputación de Gipuzkoa ocultan la realidad que aportan los datos de AENA: el aeropuerto de Hondarribia pierde pasajeros y, por tanto, rentabilidad económica año tras año. Y su rentabilidad social, en un pequeño país con cinco aeropuertos, también está en entredicho.