Tres saxos, tres generaciones, tres manos rápidas sobre las cuerdas metálicas darán paso a una actuación que va más allá de la simple suma de músicos. Su sonido se parece al de un trueno, según dicen ellos. Se trata de la actuación de SMW que se puede desglosar como Stanley Clarke, Marcus Miller y Victor Wooten. Los organizadores del Festival de Jazz de Gasteiz aseguran que cada uno de estos bajos eléctricos de ha inspirado en el anterior.

No es la primera vez que trabajan juntos, su colaboración nació en una jam session de finales del año 2007. Desde entonces, se han subido varias veces juntos a un escenario e incluso han grabado varias actuaciones. Cada uno mantiene su estilo. Así, Clarke sigue fiel a aquel sonido pionero del funk de los 60, aunque «sin perder de vista el jazz eléctrico». También destacan que Miller ha asimilado la técnica de maestros como Jaco Pastorius y el propio Clarke. Wooten, por su parte, ha conseguido hacer evolucionar el bajo después del legado de los 80 de Miller. Juntos se les podrá ver en el segundo concierto de la noche de Mendizorroza.

La apertura de puertas a las 21.00 dará paso al romano Stefano di Battista y el cuarteto con el que visita Gasteiz. Con su saxo ha ido saltando entre periodos y estilos; ahora se presenta en lel festival acompañado de piano, batería y trompeta. Como compatriota del saxo llega el trompetista Fabrizio Bosso. El piano quedará a manos de Baptiste Trotignon, procedente del Estado francés, mientras que el batería será Eric Harlan, uno de los más solicitados hoy en día, según los organizadores del festival.

Fuera de Mendizorrotza

Como representantes del jazz de este siglo llegan al Teatro Principal los componentes de Triphasic. Este proyecto incluye al saxofonista catalán Llibert Fortuny, acompañado de un bajista de altura, como es Gary Willis y el batería David Gómez.

Los mediodías de jardines se vuelven a dividir entre los del Centro Cultural Montehermoso y los del Museo de Bellas Artes. En Farelina estará Nostalgia 77, nombre bajo el que se encuentra el británico Benedic Lamdin.