PROYECTO DE LAKUA Y FOMENTO EN HONDARRIBIA
Acuerdan ampliar un aeropuerto en decadencia
El Gobierno de Lakua y el Ministerio de Fomento español han acordado ampliar el aeropuerto de Hondarribia para cumplir con la nueva normativa de seguridad requerida por la Organización de Aviación Civil Internacional. El proyecto plantea prolongar las pistas en 150 metros hacia Mendelu y otros 50 metros hacia Hendaia. Los vecinos lo califican de «nefasto».
GARA | HONDARRIBIA
La secretaria de Transportes del Gobierno español, Concha Gutiérrez, confirmó ayer que el Ministerio de Fomento ha dado el visto bueno al proyecto que pretende añadir 200 metros al aeropuerto de Hondarribia. El Gobierno de Lakua, la Diputación de Gipuzkoa y el Ministerio de Fomento han consensuado una solución para acomodar el aeropuerto de Hondarribia a la nueva normativa de seguridad, aun cuando en lo que va de año ha decaído en un 24,9% el número de viajeros que ha transitado por este aeropuerto desde 2008.
La solución propuesta conllevaría una prolongación de la pista de 150 metros hacia Mendelu (Hondarribia) y 50 metros en el otro extremo, hacia Hendaia. Además, para completar los 300 metros necesarios para instalar las zonas de seguridad requeridas por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), se ocuparían otros 100 metros de la pista actual. Así, se obtendría una zona operativa de unos 1.650 metros.
La prolongación hacia Mendelu supone actuar sobre una zona protegida de alto valor ecológico como es Plaiaundi, que forma parte del humedal de Txingudi. Para ello, serán necesarios informes favorables de impacto medioambiental. Por otra parte, esta ampliación colocaría la pista del aeropuerto en la puerta de casa de un millar de vecinos de Mendelu.
Javier Campos, miembro de la coordinadora contraria a la ampliación y vecino de este barrio, denuncia que «han presentado este proyecto sin informar antes a los vecinos afectados». Asimismo, Campos afirma que tras la ampliación, su casa quedaría a 400 metros de la pista, lo que significa que «según las leyes actuales» tendría que tener «como máximo ocho metros de altura en lugar de los doce actuales», lo que le hace preguntarse «si van a derribar uno o dos pisos».
Los vecinos afectados se reunirán con el alcalde de Hondarribia «para conocer los detalles» del acuerdo y analizar «posibles soluciones».
Por su parte, la ampliación hacia el otro extremo evitaría tocar el agua y los cincuenta metros se ganarían ocupando el espacio verde y la escollera situadas al final de la pista.
Cambios de opinión
El PSOE, tras su llegada al Ejecutivo español en 2004, paralizó el plan de ampliación propuesto por el anterior Gobierno presidido por José María Aznar (PP). Ante la obligación de instalar franjas de seguridad, el Gabinete propuso colocarlas sobre la pista existente. Pero esta reducción hubiera afectado a la operatividad del propio aeropuerto. Ante esta situación, PSE, PNV y PP acordaron abrir la puerta a la ampliación, sin tener en cuenta la posibilidad de solucionar el problema utilizando otros aeropuertos de Euskal Herria. Por ejemplo, el de Biarritz, que está a sólo una treintena de kilómetros y puede ofrecer más vuelos y servicios que el aeropuerto ampliado de Hondarribia.
«Meramente desarrollista»
Tras conocerse el proyecto de ampliación del aeropuerto, el director general de la Cámara de Gipuzkoa, Agustin Eizagirre, tildó la iniciativa de «buena noticia», matizando que «habrá que ver la letra pequeña». Eizagirre considera que es un «hecho positivo» que se mantenga el nivel de operatividad del aeródromo, ya que podrán seguir aterrizando aviones de tamaño medio.
Por su parte, Alternatiba considera «injustificable» y «meramente desarrollista» el proyecto de ampliación. Apostaron por «compartir aeródromos potentes de nuestro entorno».
También los grupos Aralar, Ezker Batua y Alkarbide expresaron en distintos comunicados su oposición a este proyecto por las afecciones medioambientales, urbanísticas y sociales.
Según informaron ayer desde el Departamento de Transportes de Lakua, la propuesta tiene un coste económico «importante», que será asumido por el Ministerio español de Fomento y AENA. Ambos organismos se comprometieron a solicitar a OACI la ampliación del plazo de ejecución de la zona de seguridad, con el fin de realizar conjuntamente esas medidas y las obras de adaptación «al objeto de evitar reducir transitoriamente la operatividad del aeropuerto».
Por tanto, tras la ampliación seguirían ofreciendo los servicios actuales a Madrid y Barcelona con turbohélices y turborreactores de tamaño medio. La pista ampliada, además, no sería apta para aviones de gran tamaño, hecho que dificultaría la llegada de compañías de bajo coste, servicio muy reclamado entre los usuarios, y que en los últimos meses han recalado con fuerza en Biarritz.
La prolongación del aeropuerto hacia Mendelu supone actuar sobre el río Bidasoa, una zona protegida de alto valor ecológico que forma parte del humedal de Txingudi.
Tras la ampliación de la pista, el aeropuerto seguirá ofreciendo los servicios actuales con turbohélices y turborreactores de tamaño medio. No prevén que haya nuevas compañías o aumento de vuelos.
El alcalde de Hendaia, Jean-Baptiste Sallaberry, que tuvo conocimiento de la decisión de ampliación del aeropuerto por la prensa, declinó pronunciarse sobre la cuestión antes de contrastarla con los primeros ediles de Hondarribia y de Irun. Según manifestó su asistente, Christophe Irassart, Sallaberry esperará a «tener información de primera mano sobre los detalles de la ampliación y espera obtenerlos lo antes posible en la reunión que ha solicitado a José Antonio Santano y Aitor Kerejeta».
El proyecto de ampliación del aeropuerto lleva años generando protestas y gran polémica entre la población hendaiarra. Varias asociaciones y la propia institución municipal han denunciado en numerosas ocasiones el incumplimiento del convenio firmado el 18 de marzo de 1992 entre los gobiernos español y francés sobre el paso por el espacio aéreo del Estado francés y el funcionamiento del aeropuerto. En él se contempla que el número de vuelos diarios no puede exceder de los 24, número rebasado con creces, por lo que el alcalde anterior, Kotte Ezenarro, decidió hace dos años demandar al Gobierno francés ante el Tribunal Administrativo de París por incumplimiento del acuerdo y por no hacerlo respetar al Ejecutivo de Madrid. Precisamente, la semana pasada el citado tribunal rechazaba la demanda del Consistorio labortano. La sentencia, que según Irassart, será seguramente recurrida, reconoce que es evidente que se dan más vuelos que los previstos en el acuerdo pero exculpa al Ejecutivo francés de cualquier responsabilidad porque no ha dado autorización para ello ni de hecho nadie se la ha solicitado.
Desde su llegada al Consistorio en marzo de 2008, el actual alcalde también ha pedido incesantemente tanto al prefecto de los Pirineos Atlánticos como al subprefecto de Baiona que intervengan y transmitan a las instancias estatales que representan la necesidad de que se reúna la comisión intergubernamental que se ocupa del tema. Irassart ha apuntado que la última vez que Sallaberry lo ha hecho «ha sido hace escasos meses» y que «tiene la esperanza de que haya una reunión en setiembre». La comisión en cuestión debería reunirse una vez por año pero tampoco en ese aspecto se ha respetado el acuerdo, ya que lleva varios sin hacerlo.
El asistente del primer edil hendaiarra ha declarado, asimismo, que Sallaberry no excluye recurrir a la vía jurídica penal si las reiteradas demandas no son respondidas.
En palabras recogidas en la web «bidasoamedia.info», miembros de la asociación ACE han criticado duramente la decisión y asegurado que «no se trata de una casualidad que se aproveche la desmovilización general del periodo estival para el anuncio». A. MANTEROLA
