Un total de 168 personas fallecieron ayer en un accidente aéreo sucedido en Irán. El avión iraní, en el que viajaban 153 pasajeros, dos de ellos niños, y 15 miembros de la tripulación, se estrelló minutos después de despegar del aeropuerto internacional de Teherán rumbo a Ereván, capital de Armenia.

La nave, un Tupolev de fabricación rusa propiedad de la aerolínea Caspian Airlines, se precipitó sobre las 11:30 hora local, apenas dieciséis minutos después de despegar del aeropuerto internacional Imán Jomeini de Teherán. El accidente ocurrió en las inmediaciones de Jannat-abad, localidad rural próxima a Qazvin, donde nada más dar cuenta de lo ocurrido empezaron a acercarse familiares de pasajeros con el fin de informarse de lo ocurrido.

La agencia oficial de noticias IRNA informó que, unidades de bomberos llegaron al lugar del accidente poco después de que el aparato perdiera el contacto con la torre de control y se precipitara envuelto en llamas. Según el jefe de la unidad contra incendios, «el avión quedó totalmente destrozado». Asimismo notificó que numerosos trozos de fuselaje quedaron esparcidos en el lugar del siniestro, una zona rural del noroeste de Teherán. La explosión dejó un cráter de diez metros de profundidad en el suelo.

En cuanto a la nacionalidad de los pasajeros del avión, el director-suplente de la Aviación civil armenia, Arsen Pogossian, precisó que 147 eran de nacionalidad iraní (de los cuales 31 eran de origen armenio). Había también cuatro armenios y dos georgianos. Según la misma fuente, dos de los miembros de la tripulación eran también armenios.

Error técnico

Aunque se desconocen las causas exactas del siniestro, las autoridades iraníes afirmaron que el Tupolev TU-154 se incendió antes de estrellarse. Según el coronel Kajbaz, suplente del jefe de la policía de Qazvin, testigos informaron que antes de caer, «el avión dio varias vueltas en el aire para intentar encontrar un terreno donde poder aterrizar». Otro testigo declaró que «el motor izquierdo se había incendiado». Mientras, las autoridades locales hablan de un posible error técnico que hizo que el aparato ardiera en pleno vuelo. Asimismo, indicó que los cadáveres estaban «totalmente calcinados».

Una flota obsoleta

Irán ha conocido varias catástrofes aéreas durante los últimos diez años. Su flota aérea se encuentra en un estado crítico de vetustez, debido a las sanciones internacionales económicas y financieras que sufre el país. Las sanciones impuestas por Estados Unidos en los años ochenta, prohíben la venta de repuestos al país asiático, lo que dificulta el mantenimiento adecuado de las naves.

Tupolev, una empresa de defensa y aeronáutica rusa, tiene su sede en Moscú y cuenta ya con más de 80 años de trayectoria. El avión estrellado ayer en Irán, un Tupolev TU-154, es un modelo de avión trimotor de medio alcance creado en al URSS en 1968. La última venta de este modelo se realizó a finales de la década de los 90. Finalmente en 2006, Tupolev anunció que la producción de TU-154 está oficialmente finalizada