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Veinticinco años de una historia evolucionada a ritmo de jazz

La 44 edición del Jazzaldia de Donostia ya está en marcha. La música en directo se adueñará hasta el domingo de los diferentes espacios situados entre la Zurriola, el Victoria Eugenia y la Plaza de la Trinidad. De forma paralela a este circuito, sigue fiel a sus principios jazzísticos el Be Bop, que este año cumple sus bodas de plata y que continúa siendo una parada obligatoria para todo aquel que visite el festival y quiera disfrutar de ritmos fusionados.

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Ariane KAMIO | DONOSTIA

Abrió sus puertas por primera vez en 1982 como piano bar, y siguió bajo ese funcionamientos hasta 1984, momento en que se creó el actual Be Bop de la mano del miembro de Golden Apple Quartet Loyola Garmendia, entre otros. Veinticinco años después, su esencia sigue siendo la misma; ofrecer al público donostiarra un amplio abanico jazzístico, y fusionar este clásico entre los clásicos con nuevos ritmos que sirvan también de atractivo para los visitantes.

Por su pequeño escenario han pasado artistas importantes como Dizzy Gillespie, Nicholas Payton, Lou Bennett, Slide Hammton o Jeff Ballard, y en la actualidad tampoco rehusa tener invitados de excepción. Desde su creación, han sido muchos los socios que han estado capitaneando el local; ahora es un cuarteto el que se sitúa al frente -Iñaki Unzueta, Óscar Merino, Gorka Berloso, Gorka Arbaizagoitia-, y junto a ellos Gorka Askasibar (Taupa Producciones), que se ocupa de hacer realidad los «deseos» de los dueños.

Pocas horas después de haber cerrado las puertas al público y todavía con un intenso olor a tabaco en su interior acompañado con el bochorno habitual de estos días, Berloso, Arbaizagoitia y Askasibar abrieron las puertas del Be Bop a este diario. Para el que nunca haya estado en el lugar, fotografías de ilustres jazzistas y un estilo clásico que invita a sumergirse en las dulces melodías del jazz dan la bienvenida al visitante. En el centro, un tímido escenario se adelanta a un gran espejo, que aleja al artista de guardar cualquier secreto ante sus oyentes.

Óscar Merino y Gorka Berloso tuvieron su primer contacto con el establecimiento en 1997, y no fue hasta diez años después cuando el dúo de dirección se convirtiera en cuarteto. Hasta la llegada de los primeros a este negocio, Be Bop contaba con una oferta de «puro jazz», una característica que intentaron cambiar los nuevos socios. «Nosotros mantuvimos la base del jazz, pero la fusionamos con estilos como funky, electrónico o hip-hop. Lo que no hacemos es poner lo que ponen todos», explicó Berloso. El estilo de colaborador del jazzaldi se decanta por la música negra y por el rock and roll de los ochenta. «Hemos querido variar, buscar ritmos más `bailongos' e intentar fusionar el jazz con otros estilos», añadió.

Arbaizgoitia destacó que uno de sus objetivos es buscar «una fórmula más novedosa, para todos los gustos». «El jazz está cambiando mucho. El Jazzaldia de hace unos años y el de ahora no tiene nada que ver. Antes se tiraba más por el jazz clásico, el puro, y ahora está claro que ha evolucionado, y nosotros queremos evolucionar con ello», explicó. A su juicio, «es complicado hacer jazz puro en un bar. Para disfrutar de él necesitas silencio y dedicar todos tus sentidos a la música. En un bar la gente no está sin hablar y tampoco puedes estar haciéndoles callar como si estuviésemos en una iglesia».

Destacados

Fiel a sus principios, Be Bop mantiene su «ritual» musical a pesar del paso del tiempo; a las 00.00 horas, concierto en directo y, a partir de las 02.00 horas, exhibición de Dj-s. Y el Jazzaldia no es una excepción. Ayer por la noche estaba previsto que arrancase sus madrugadas melódicas con la actuación del grupo gasteiztarra Ortophonk, al que seguiría una puesta en escena de Dj Floro.

Berloso y Arbaizgoitia, sin embargo, destacaron la actuación que tendrá lugar hoy como una de las mejores que se podrá disfrutar dentro de la programación prevista hasta el domingo. Speak Low precederán la intervención de DJ Señor Lobo, DJ Makala y Dj Pablo Sánchez. Mañana, pisarán el escenario del Be Bop los bilbainos Mamba Beat, que presentarán su nuevo trabajo, y estarán acompañados por Mac Mohaldo. El sábado llegará el turno de Watch TV & The Primetimes en el directo, y DJ Casbah en la cabina. La programación del Jazzaldia la clausurarán The Blue Shot y Diesler.

Arranque

Aunque ha visto reducido su presupuesto en un 25%, Jazzaldia no escatima en calidad y ayer presentó sus primeros invitados en escena. A las 18.30 horas tuvo lugar el concierto inaugural de esta edición, donde estaba previsto que Eugenia Dave Douglas & Brass Ecstasy tomasen el escenario del Victoria Eugenia. A las 21.00 horas, llegaría Brad Mehldau para ofrecer un recital en el Auditorio Kursaal. El último concierto de pago dentro de la programación oficial la protagonizaría Micah P. Hinson, que estaba previsto que actuase a medianoche en el Victoria Eugenia.

A pesar de que la crisis haya hecho mella en la organización de esta edición, Jazzaldia abre camino a las producciones jazzísticas locales. Muestra de ello fue la presentación del tercer disco de Organik´s (titulado con el mismo nombre del grupo), que será interpretado en directo el domingo, a las 19.00 horas, en la carpa Heineken, en la trasera del Kursaal. Este quintento, formado por Julen Izarra (saxo tenor), José Gallardo (saxo), Mikel Romero (guitarra), Alfredo Peláez (Hammond) y Juan Manuel Urriza (batería) surgió del seno de Musikene y destaca por su composición musical; es decir, no cuenta con ningún bajista, adquiriendo mayor protagonismo el órgano Hammond. Este nuevo trabajo, aunque sus ritmos estén basados en el jazz clásico, contiene swing y group, convirtiéndose en un disco que «da para mover el pie». Se alimenta de varios subestilos jazzísticos «ídoneos para bailar», por lo que se pueden encontrar temas de latin jazz o funky, entre otros. «Muchas veces se ha dicho que el jazz es un estilo de música muy intelectual, pero nosotros consideramos que también cuenta con facilidad de baile; por eso decimos que nuestro disco da para mover el pie», dijo Mikel Romero.

El disco, instrumental al completo y sin colaboraciones (con el fin de reflejar el sonido que crean solamente sus componentes), es el espejo de los tres años de recorrido del grupo y contiene temas compuestos al inicio de su andadura. Sus integrantes destacaron que en este trabajo se pueden escuchar composiciones de todos los miembros de la banda. El cedé se grabó en los cinco días de Semana Santa en el estudio de su organista Alfredo Peláez, tras lo cual llegó una sesión de «parcheo» para dar cobertura a los arreglos y dos meses de mezclas y masterización. «Hemos hecho todo en nuestros ratos libres, compaginándolo con las clases», precisó. Sin embargo, se mostraron «muy contentos» con el resultado, ya que cumple con su objetivo, que no es otro que reflejar su propio sonido.

 
El Festival de Blues se estrena en Gasteiz con una edición desvirtuada por falta de medios

Los impulsores del que será el primer Gasteiz Blues Festival presentaron ayer la primera edición que llega con una sensación agridulce a la capital alavesa. La iniciativa se traducirá en tres días de conciertos, el 29, 30 y 31 de julio, en el bar Gora y sobre todo en la sala Jimmy Jazz. Sin embargo, el proyecto tenía un carácter muy diferente en la mente de sus impulsores. Según explicaron ayer Javier Mondragón, de Play The Blues, y Javier Orozco, del Jimmy Jazz, la idea nació como un festival itinerante que se llevara a cabo por el Casco Viejo de Gasteiz, dándole al blues un festival propio, mientras el casco ganaba visitantes de otras zonas de la ciudad que no son habituales. Sin embargo, al presentar la idea, desde el Ayuntamiento se argumentaron falta de medios. De esta forma, el proyecto se ha reducido a tres días de conciertos en sitios cerrados; «algo antinatural» teniendo en cuenta que se celebrará a finales de julio, «cuando la gente no quiere meterse en una sala». Por otro lado, la idea era añadir a los conciertos talleres musicales y eventos didácticos que ampliaran el carácter del festival. Por todo ello, los organizadores se mostraron esperanzados de que de esta primera edición lleguen otras nuevas que permitan recuperar la idea inicial.

Pero, más allá de los objetivos futuros, el 29 el Gora acogerá el concierto de apertura de este primer Gasteiz Blues Festival. Spikedrivers serán los únicos con entrada gratuita, aunque se repartirán invitaciones en el mismo bar hasta completar aforo. El grueso del festival llegará el jueves y viernes en el Jimmy Jazz. El primer día se podrá ver a Barrence Withfield con su poderosa voz y al «bluesman» Eddie Kirkland, acompañado de la Wentus Blues Band. El último día llegará «el bajista en activo más importante de la escena del blues en Chicago», Bob Stroger. También estará el grupo de larga trayectoria Earl King Boogie Band con su «espectacular fusión de música y talento». Cada día de conciertos tiene una entrada de 25 euros y el bono para los dos días cuesta 40 euros.

Los organizadores resaltaron la buena relación con festivales como el de Segovia o Antequera, e imaginan extender el clima de blues en Euskal Herria, que ya existe en citas consolidadas como Getxo y Hondarribia y otras menores como la de Elorrio. Itziar AMESTOY

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