Arnaldo Otegi Militante de la izquierda abertzale
26 de julio: dignidad cubana
Hace cincuenta años llegaba la noticia a Euskal Herria de que aquellos barbudos que un 26 de julio como hoy habían realizado el asalto al Moncada, alcanzaban la Habana a primeros de enero de 1959, y vencían definitivamente a las fuerzas de Batista.
El movimiento 26 de Julio empezaba así, tras la victoria, a realizar su sueño de construir una Cuba independiente y socialista. Aquellas noticias volaban a Euskal Herria en la misma época en que la izquierda abertzale iniciaba su larga marcha para alcanzar la libertad y construir la independencia y el socialismo en nuestro país.
Durante todos estos años Cuba ha sido referente, no sólo referente también amigo y compañero revolucionario, de todos los pueblos que a lo largo y ancho del mundo luchan como el nuestro por la liberación y la justicia.
Referente de dignidad y resistencia ante todos los intentos extranjeros de acabar con su independencia y su construcción socialista (la suya propia, la derivada de las condiciones y cualidades propias de su realidad caribeña).
Resistencia ante los intentos de invasión norteamericana, ataques mercenarios y bloqueos contrarios a la legalidad internacional que nunca han conseguido doblegar el espíritu y voluntad de independencia de este pueblo forjado por José Martí y la lucha de los mambís.
Dignidad ante los envites de todo tipo que han tratado de socavar la voluntad popular de los hombres y mujeres cubanos, manteniendo incluso en los momentos más críticos su total independencia y alzando la voz de igual a igual en el concierto de naciones para reclamar justicia y respeto a su soberanía. Dignidad que de forma tan elocuente muestras los 5 compañeros presos en Estados Unidos.
Referente en la búsqueda de una sociedad justa y solidaria, en definitiva socialista. Una búsqueda no acabada, constante, para que los cubanos puedan vivir en plenitud, y que enfrentando todas las dificultades que en el camino de su liberación aparecen han sabido no perder de vista.
Porque Cuba, como toda sociedad, no es perfecta, como todo pueblo debe enfrentar lo que quiere a lo que puede, pero en ese enfrentar busca siempre como avanzar en el ideario socialista y responder desde la honradez revolucionaria y con el objetivo de mejorar las condiciones de vida del conjunto de los cubanos a todos los problemas que en la construcción de esa nueva sociedad encuentra. Cometiendo errores, debatiendo y rectificando, mejorando y avanzando en ese camino largo de libertad.
Cuba es también un referente de solidaridad y honestidad revolucionaria. Lo saben, lo sabemos, los pueblos que han luchado y luchan por su liberación. Lo supieron en el Congo y en Bolivia de la mano del Che. Lo supieron en Angola y Sudáfrica, en la decisiva batalla de Cuito Cunavale, donde tantos revolucionarios cubanos dejaron su vida. Lo supieron en Managua (por cierto, zorionak FSLN en tu 30 aniversario) y las montañas salvadoreñas, lo supieron en definitiva en toda la América, África, Asía e incluso Europa.
Solidaridad revolucionaria que continúa hoy día como lo atestiguan los miles de médicos y enfermeras que en Bolivia, Venezuela, Ecuador, Sudáfrica y otros países ayudan de manera efectiva a paliar las penalidades de miles de hombres y mujeres. Como lo demuestran los cientos de profesores que en diversas partes de América trabajan por educar a las masas.
El Che, Camilo Cienfuegos, Haydee Santamaría, Barbarroja, Fidel y Raúl son nombres que quedarán en la memoria colectiva de aquellos que luchamos por un mundo mejor. Y estamos convencidos que Cuba continuará al frente de la lucha por ese otro mundo posible y necesariamente socialista que está por construir. Que así sea.
Zorionak Cuba. Venceremos.