La primera cita estaba fijada a las ocho de la mañana en la Iglesia de San Miguel, y el posterior homenaje en el cementerio de Santa Isabel es siempre emotivo, pero la fiesta comenzó a ser multitudinaria a partir de las diez de la mañana, cuando la carrera de burros volvió a hacer aflorar unas cuantas sonrisas y más de una carcajada. «Lacoz de Andoni», de la cuadrilla Okerrak, fue el pollino que salió victorioso de un duelo que siempre reúne a cientos de personas en la plaza de la Virgen Blanca.

Para cuando los burros abandonaron la plaza el sol ya picaba con fuerza, y la multitud buscaba las pocas sombras que existen en este céntrico enclave de Gasteiz. Las terrazas cotizaban al alza y quienes no querían asarse en ese mar de cemento por el que dentro de dos semanas navegará Celedón, decidieron escalar la cuesta de San Francisco hacia Alde Zaharra.

Tanto la cuesta como la calle San Francisco Xabier aparecían abarrotadas de gente que se arremolinaba en torno a las casetas de los vendedores de ajos. La ristra andaba entre los 10 y los 22 euros, y los comerciantes se mostraban satisfechos por la afluencia de gasteiztarras y visitantes, aunque alguno señalaba que este año se mira más el bolsillo por la dichosa crisis. En cualquier caso, la vista que había desde la cuesta de San Vicente era impresionante.

La Kutxi, a pesar de las trampas que en forma de obras ha instalado en el suelo el Ayuntamiento, también estaba repleta. Allí se podía encontrar a alguna ex promesa del fútbol que aguantaba el tipo tras llegar a casa a las nueve de la mañana, y también a algunos que aún no habían vuelto al hogar y no aguantaban, ni el tipo, ni casi los vasos en la mano. La víspera de Santiago es dura en Gasteiz.

A pocos metros de allí, encima del farolón, una pancarta mostraba a todo el mundo lo que algunos quieren ocultar, y preguntaba: «Zapatero, Sarkozy, zer egin duzue Jonekin?». Un representante de Etxerat formularía después en la plaza de los Fueros la misma pregunta al ministro del Interior español. «Rubalcaba, ¿Dónde está Jon?».

Homenaje a los familiares

La desaparición de Jon Anza, y los 29 años en prisión de José Mari Sagardui, Gatza, fueron mencionados en el homenajeque cada año la Comisión de Blusas y Neskas brinda a los familiares de los represaliados políticos gasteiztarras. Uno a uno, los allegados de los más de sesenta prisioneros y refugiados de Gasteiz recibieron un regalo y el pañuelo de fiestas de manos de miembros de las cuadrillas.

Como destacó ante las cientos de personas reunidas la presidenta de la comisión, Iratxe Irigoien, el acto estuvo marcado por la cruzada que mantiene Lakua contra las fotos de los presos, y es por este motivo por el que actos como el de ayer adquieren un mayor valor. Por ello, desde Etxerat agradecieron especialmente su compromiso a los blusas y las neskas.

Por la tarde, con el paseíllo por las calles Dato y Florida el ambiente siguió por todo lo alto, en una jornada en la que a la feria ganadera le faltó el ganado tras el plante de UAGA.