GARA > Idatzia > Kirolak > Futbola

Niños y adolescentes profesionales en deportes de mayores

Niños en el deporte profesional, infancias robadas, adolescencias conflictivas, presiones, lesiones ¿o no? También se habla de sueños cumplidos. ¿Dónde está el límite? El Comité Olímpico Internacional, por ejemplo, no acostumbra a regular edades. De eso se encargan las propias federaciones de cada deporte, así que no existe unanimidad. Tampoco coincidencia de criterios por las condiciones diferentes de cada una de las disciplinas.

p041_f01.jpg

Miren SÁENZ

Mauricio Baldivieso se convirtió el pasado domingo, tres días antes de cumplir 13 años, en el jugador de fútbol más joven en la historia de la Primera División de Bolivia al debutar con 12 en el Aurora. Da la casualidad de que el equipo lo dirige su padre, Julio César Baldivieso, un trotamundos que jugó en el fútbol de Chile, Ecuador, Japón, Argentina y Qatar y defendió la camiseta de su selección con el número 10, el mismo que concedió a su hijo en su debut.

Mauricio jugó los últimos diez minutos del partido que el Aurora perdió (0-1) en su visita a La Paz FC, suficientes para que se desatara la polémica en los medios de comunicación que recuerdan su edad en un mundo de adultos y de profesionales y aluden de paso a la entrada que el chaval sufrió por parte de un rival, reclamada por su progenitor y por la grada. «Gajes del oficio», matizan los que tachan de irresponsable al que fuera seleccionador boliviano mientras su esposa y madre de Mauricio asegura en entrevistas radiofónicas que ella apoya a su hijo porque éste ha sido siempre su sueño.

Niños en el deporte ha habido siempre y también reglas. Mientras por aquí sólo se alinearía a Mauricio en la Donosti Cup, aficionados a disciplinas con motor aceptan con casi normalidad que críos que no levantan un palmo manejen máquinas bastante antes de poderse presentar al examen de conducir. Las polémicas terminan enterrándose a medida que los protagonistas van creciendo. Haimar Irigoien es hoy el harri-jasotzaile de referencia. Tiene 22 años y ha batido todas las marcas, pero de niño, cuando trascendió su afición por levantar piedras, corrieron ríos de tinta. Su próximo rival está en camino. Se llama Urdax Magunazelaia, es de Abadiño y con 11 años ya asombra con la rectangular y sus alzadas.

Y es que no todos los deportes se miden por el mismo criterio. La natación está repleta de adolescentes que han conseguido llegar a las grandes competiciones internacionales. En Beijing'2008 la participante más joven, al menos oficialmente, de entre los cerca de 11.500 deportistas fue Antoinette Joyce Guedia Mouafo con 12 años. La nadadora de Camerún se benefició de esas invitaciones cursadas por el COI para mantener la cuota de universalidad que se le suponen al evento. Ella no se vio obligada a acreditar esas mínimas que las propias federaciones exigen como requisito. Otros sí. El gran Michael Phelps, el deportista más laureado de la historia olímpica, acudió con 15 a los Juegos de Sydney, pero para poder clasificarse ya había tenido que hacer unos cuantos largos y ganarse en la piscina un puesto que para los estadounidenses resulta muy caro por la propia competencia.

El martes, en los Mundiales de Roma, Tom Daley, artista del trampolín de 15 años, se proclamó campeón desde la plataforma de 10 metros. Cuando aún no había cumplido los 14 obtuvo el oro en el Europeo de Eindhoven y cinco meses después se metió en la final olímpica en Beijing. Sus actuaciones deportivas, sin embargo, no le otorgaron en la escuela la popularidad que le depararon en la calle. El saltador británico denunció acoso escolar y abandonó el Eggbuckland Community College en el que cursaba sus estudios para escapar del bulling. «Tengo muchos admiradores fuera de la escuela, pero dentro me odian... Son cosas que pasan», dijo este invierno.

Otros tiempos, otras normas

Pero los tiempos cambian y algunas normativas también. Cuentan que hace un siglo el gimnasta griego Dimitris Loundras, con tan solo 10 años, se colgó la medalla de bronce. Hoy sería imposible. Los gimnastas deben acreditar 16 y en la capital china el escándalo salpicó al equipo nacional por las dudas sobre la edad de algunas de sus integrantes. Ni siquiera Nadia Comaneci, la novia de Montreal, hubiera podido firmar aquel 10 inolvidable, espejo de la perfección, que también ha pasado a la historia. La entonces gimnasta rumana tenía 14 años.

También el tenis generó una lista de niñas prodigio hasta que se elevó la edad WTA. Martina Hingis, por ejemplo, ganó Wimbledon con 15 años, aunque para entonces ya se había embolsado su primer millón de dólares. Ya lo dijo su tocaya Navratilova, que acostumbraba a tomarse una cerveza con sus adversarias y tuvo una carrera larga y fructífera. «Si fuera con alguna de estas infringiría la ley, son todas menores». Como también lo es Zac Zunder, que a los 17 se ha convertido en el navegante en solitario más joven en dar la vuelta al planeta en velero.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo