Bergara es desde ayer el nuevo campeón del Interpueblos de Euskal Herria, tras una intensa fase final contra Legutio en la que tuvieron que remontar un adverso resultado para levantar el tan ansiado trofeo. El frontón de Zornotza se vistió de gala, la gente respondió, y como ya es habitual en este tipo de citas, el ambiente juvenil refrescó las paredes de la cancha. Por motivos televisivos, y al contrario de lo que suele suceder habitualmente -donde los cadetes suelen jugar primero-, el primer duelo de la mañana fue el disputado por los juveniles.

El encuentro entre Rezusta e Irizar -Bergara- contra Mendinueta y Lekue -Legutio- fue el duelo más desequilibrado de todos. Los alaveses fueron netamente superiores a sus rivales de Bergara desde el inicio en todas las facetas. Aprovecharon a la perfección la brecha física que existe entre ambos binomios, y por si eso fuera poco Mendinueta se convirtió en el gatillo ejecutor de la pareja alavesa con sus 14 tantos conseguidos -por sólo 3 fallados-.

El gran partido del delantero alavés fue una losa demasiado pesada para un Rezusta que no jugó cómodo en ningún momento, y para un Irizar que no encontró el golpeo para superar a Lekue. Al final 12-22, y el primer punto que volaba a las orillas del pantano de Urrunaga.

La tensión, la emoción, y la polémica quedaron para el segundo asalto. En él, los guipuzcoanos Igartua y Rezusta contuvieron toda la presión que recaía sobre ellos, y tras una gran remontada ante Obregón y Larrinoa, se hicieron con el punto que llevaba el empate al marcador, y la calma a la afición. Fue un duelo tirante, veloz y muy tenso. En la primera parte destacó Adrián Obregón. El delantero alavés jugó a su antojo, y pronto abrieron hueco frente a sus rivales: 6-12, y la final que parecía tomar rumbo a Legutio.

Sin embargo, una aislada acción cambió todo el partido. Obregón, protagonista absoluto hasta el momento, protestó una acción con un gesto poco deportivo dirigiéndose al público, y el respetable respondió con una pitada al joven delantero. Fue un hecho aislado, poco común, pero suficiente para descentrar al que hasta entonces era el mejor del partido. Además la pareja guipuzcoana realizó un ejercicio de análisis del rival al más puro estilo Sun Tzu en «El arte de la guerra». Así, y con el objetivo de desactivar a Obregón, cargaron todo el juego sobre Larrinoa, que pronto desfalleció. No hubo más historia. Los de Bergara empataron a 13, y siguiendo la inercia del camino positivo, se hicieron con la victoria. 22-17, empate, y la llave que caía en manos de los senior.

Un partido decisivo soso

Se ve que el cerrajero no tuvo su mejor día. La llave salió defectuosa, y muy a pesar de los aficionados, la realidad no respondió a las expectativas. Los senior jugaron un partido irregular, un duelo en el que ninguna pareja destacó, y en el que los errores tuvieron demasiada importancia. En cualquier caso, los guipuzcoanos Eneko y Ander Muguruza vencieron a los alaveses Gereta y Aspiazu, y consiguieron el punto definitivo. Eneko Muguruza fue el más serio de todos, y su buen hacer acercó mucho el triunfo al equipo bergararra. Los alaveses, tras un mal inicio a punto estuvieron de empatar, pero el bajón de Aspiazu en el tramo final fue letal, y el partido acabó en 22-15.

Reyes Azkoitia, botillera, entrenadora y «alma máter» de los guipuzcoanos se mostró satisfecha en declaraciones a GARA: «Hemos trabajado mucho durante todo el campeonato y en la final. Sabíamos que teníamos a todo el pueblo, y a toda Gipuzkoa detrás, y eso da doble valor a la victoria. La clave ha estado en el segundo partido, que estábamos obligados a ganar», dijo con una amplia sonrisa.