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«Háblame de amor»

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Mikel INSAUSTI

Con la ópera prima de Silvio Muccino pasa lo mismo que con la publicidad, en su manera de adecuar los hallazgos de Godard, Lelouch o Bertolucci a un contexto más manipulador. De ahí que las bellas imágenes de «Háblame de amor» tengan un aire tan falso y comercial, y que nadie se crea la caracterización traumática que asume ante la cámara el propio debutante, porque resulta demasiado guapo y sonriente para haber llevado una vida tan dura y marginal como dice. Sus borracheras y sus partidas de póker, sus intervenciones en reuniones de alcohólicos anónimos, todo diríase puramente transitorio y abocado a un final de color rosa. No deja de ser un cuento de miel en ambientes urbanos de la Roma de hoy en día, lo que le confiere a la película un encanto anacrónico para los italianos, que han acudido en masa a los cines al igual que se acercan a las urnas para votar al retrógado Berlusconi.

Se me hace más difícil hablar del trabajo de Aitana Sánchez-Gijón, a la que habría que escuchar en la versión original en italiano, ya que con la versión doblada se produce un inevitable distanciamiento. Lamento que su diálogo con Geraldine Chaplin sea tan corto, y que no se profundice en esa relación, al igual que sucede con otras circunstancias de la vida pasada de su personaje, a la que se hacen referencias puntuales de forma dosificada. Silvio Muccino hace bien en ir dando datos sobre los protagonistas gradualmente, pero no consigue evitar que el desarrollo argumental acabe siendo previsible, tal vez debido a una falta notable de sentido del riesgo a la hora de abordar un romanticismo aparentemente loco pero en el fondo muy encauzado. Asimismo, peca de esquematismo al reabrir las cicatrices existenciales, por culpa de esa manía consistente en reducir los recuerdos a una sesión casera de viejas diapositivas deterioradas por la humedad y el paso del tiempo. Es una escena vista una y mil veces, y a la que los guionistas continúan acudiendo llevados por una preocupante falta de inventiva.

SORPRENDER

«Empiezo a pintar y no sé lo que estoy pintando. Al final el cuadro me tiene que sorprender a mí. Y después de haber pintado el cuadro empiezas a entenderlo. El primer sorprendido soy yo».

PAISAJES

«Una de las fuentes más importantes para mi es la naturaleza. Ella me marca muchas cosas. Luego yo transformo esos paisajes concretos. Son sensaciones que siento y sin querer aparecen».

ABSTRACCIÓN

«Tiendo a las formas abstractas, con las que hay que pensar más. Pero en muchos cuadros se ven hasta los árboles, las montañas o las rocas. Hay un conglomerado de cosas abstractas y cosas concretas».

Ficha

T.O.: «Parlami d'amore».

Dirección: Silvio Muccino.

Guión: Silvio Muccino y Carla Vangelista, sobre la novela del primero.

Int.: Silvio Muccino, Aitana Sánchez-Gijón, Carolina Crescentini.

País: Italia, 2008.

Duración: 109 m.

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