El secretario general de EA, Peio Urizar, salió ayer al paso de las recientes declaraciones realizadas por el ministro español de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en las que cerraba toda opción a una futura legalización de la izquierda abertzale, incluso en el caso de que se dirigiera a ETA para pedirle que cese la lucha armada.

El dirigente consideró «muy grave» la actitud del Gobierno Zapatero y abogó por «dar una oportunidad» a la izquierda abertzale. Se preguntó incluso si el próximo argumento del Ejecutivo será no legalizarla por ser abertzale.

«Ya se cierra incluso esa puerta. Me da la sensación de que quieren justificar, de alguna manera, que las únicas vías son las policiales y quieren cerrar el resto de las puertas para conseguir una victoria judicial», opinó Urizar en una entrevista concedida a la agencia de noticias Europa Press.

En ese sentido, abogó por dar la posibilidad a la izquierda abertzale de entrar en política, y denunció que «lo que no se puede hacer ahora es condenarla al ostracismo, porque en este momento les venga bien». El PNV también ha incidido en los intereses políticos que el PSOE tiene en distorsionar las mayorías.

El máximo dirigente de EA aseguró además que la izquierda abertzale está haciendo movimientos «desde hace mucho tiempo», y por ello argumentó que «si llega a la conclusión o a la reflexión de que las vías pacíficas son las únicas vías y toma la determinación de hacerlo así, se le debe apoyar».

También se pronunció el secretario general de Eusko Alkartasuna sobre las afirmaciones que estos últimos días se vienen lanzando desde el Ministerio del Interior español y el conjunto del PSOE en el sentido de que ya no cabe más negociaciones con ETA.

A su juicio, el final de la organización armada deberá ser dialogado, ya que «la historia nos enseña que los verdaderos conflictos se terminan hablando y negociando».

No obstante, precisó que «eso no quiere decir que ETA tenga que tener un papel político». En su opinión, a la organización «le tocará negociar la situación de los presos y ese tipo de cosas, pero la decisión del futuro de este país la tienen que decidir los partidos políticos vascos».