El director Todd Philips y los actores Justin Bartha, Zach Galifianakis, Heather Graham y Bradley Cooper presentaron ayer en Barcelona «Resacón en Las Vegas», una comedia ágil e intrascendente que ha arrasado en las taquillas: es número uno en en Europa y, en su país, es la película más taquillera de la historia, con más de 256 millones de dólares recaudados, superando la marca que conservaba desde hace 25 años «Superdetective en Hollywood».

La película narra la historia de cuatro extravagantes amigos que, dos días antes de la boda de uno de ellos se desplazan a Las Vegas para celebrar la fiesta de despedida de soltero. El día siguiente amanece con tres de ellos en su habitación destartalada y acompañados de un bebé en el armario y de un tigre en el lavabo; nadie recuerda nada de lo sucedido la noche anterior y, lo que es más importante, el novio ha desaparecido. Todd Philips se mostró ayer «muy sorprendido» por el éxito que ha tenido la película y anunció que la segunda parte está en camino. Philips, quien reconoció que fuma porros cuando dirige y escribe, por lo que no le pone «límites a su imaginación», también explicó que la decisión de localizarla en Las Vegas se debe a que es un lugar donde «la gente no se comporta como lo hace en sus casas, es el sitio donde te puedes portar mal».