Mientras la mayoría de los equipos consumen el mes de agosto entre bolos de mayor o menor intensidad, el Athletic casi necesita buscar sombras donde refrescarse, en medio de una canícula en la que los grados no los pone la meteorología, sino las responsabilidades.

En estas tres últimas semanas del verano futbolístico, los rojiblancos deben atender a tres campos de batalla, a cada cual más importante, con el césped y los despachos como escenario.

En este último aspecto, se sigue trabajando en la configuración definitiva de la plantilla, que hoy dará un paso más, con la confirmación de la marcha de Mikel Balenziaga y Ander Murillo, después de que, según ha podido saber GARA, el Athletic haya alcanzado los correspondientes acuerdos para su cesión. Ander Murillo jugará en el Salamanca hasta final de temporada y Mikel Balenziaga se unirá a Joseba Garmendia, Iñigo Vélez e Iñaki Lafuente en el Numancia, aunque en su caso regresará a Lezama el próximo 30 de junio.

Con su marcha serán ya ocho las bajas en la plantilla, en la que las puertas seguirán abiertas, aunque Iñaki Muñoz e incluso Ion Vélez e Iban Zubiaurre -los dos últimos no fueron incluídos inicialmente entre los descartes y viajaron a Isla Canela, pero no parece que vayan a tener demasiadas oportunidades- siguen sin resolver su futuro. Tampoco Xabi Etxeita, aunque la renovación de Miguel Flaño con Osasuna puede traducirse en su continuidad con la camiseta rojiblanca.

Bastante más se ha reducido el abanico de futuribles rojiblancos. Las larguísimas, y en algunos casos sorprendentes, listas que se manejaron en vísperas del verano, se han saldado de momento con la llegada de Iñigo Díaz de Cerio, Óscar de Marcos y Xabi Castillo, a los que podrían unirse jugadores del filial como Eneko Bóveda o, sobre todo, Iker Muniain, con muchas posibilidades de seguir a las órdenes de Caparrós. La puerta se cerró en el caso de Miguel Flaño y Ander Herrera y nada se ha sabido de los prácticamente impensables nombres de relumbrón de los que se habló en algunos momentos.

Lo que no quiere decir que no vayan a llegar más refuerzos. El nombre de Asier Goiria, de hecho, volvía a saltar ayer a la palestra. El delantero vizcaino se refería ayer a su posible llegada a Lezama, asegurando que «siempre ir a un Primera, y además al Athletic, supone una gran ilusión. Pero es una cosa que depende del club», reconoció, no en vano le restan dos temporadas más de contrato con el Numancia.

Con todo, no parece que vaya a haber demasiados cambios de cara a, como mínimo, el primero de los dos campos de batalla restantes para estas próximas semanas. Es decir, el partido de Supercopa ante el Barcelona.

Una cita que supondrá el inicio de una las fases más intensas de la temporada para el equipo, en cantidad y en calidad, no en vano los rojiblancos disputarán cinco encuentros en apenas quince días, los dos partidos de Supercopa, la segunda y definitiva eliminatoria europea y el primer choque de Liga. Compromisos, además, con trascendencia, no en vano se dilucidarán la mitad de los objetivos del club para esta temporada: la posibilidad, un cuarto de siglo después, de añadir un trofeo a las vitrinas del club y la participación en la Europa League, cinco años después de la última participación en la Copa de la UEFA.