López se siente «blindado» por el PP en sus primeros cien días de gobierno
Patxi López cumple cien días al timón del Gobierno de Lakua y para valorar esta corta trayectoria compareció ayer en Ajuria Enea. El balance del lehendakari se centró, básicamente, en tres aspectos: en ratificar que el pacto con el PP «está blindado» pese a que en Madrid ambos partidos intensifican su confrontación día a día; en las medidas anticrisis que ha impulsado y que promoverá, y en su batalla para «desterrar a los violentos de las calles».
GARA | GASTEIZ
Mientras que en las últimas dos semanas PP y PSOE se han enzarzado en un cruce de acusaciones cada vez con un tono más elevado y con la intervención incluso de sus respectivos presidentes, el lehendakari realizó ayer un balance sobre los cien días que ha cumplido al frente del Gobierno de Lakua insistiendo en que el pacto PP-PSE está «blindado y aislado» de las disputas que mantienen en el Estado.
A pesar de que el Gobierno de que dirige Patxi López no ha presentado todavía ninguna propuesta de ley en la Cámara de Gasteiz, López enumeró con satisfacción algunas de las iniciativas que ha impulsado su Ejecutivo, como la retirada de pancartas y carteles, así como las prohibiciones de actos de la izquierda abertzale y en defensa de los derechos de los presos políticos vascos.
«Desterrarles de las calles»
«No vamos a parar hasta desterrar de las calles a los violentos», afirmó al respecto López, después de señalar que «este verano estamos demostrando que cualquier intento de invadir el espacio público festivo para apoyar al terrorismo será impedido».
Sobre el pacto que mantiene con el partido de Rajoy y Basagoiti, el lehendakari quiso «agradecer y destacar la actitud responsable del Partido Popular», al entender que fue la que propició «el acuerdo de bases para el cambio democrático en la sociedad vasca». Un acuerdo del que dijo que «goza de buena salud y tiene vocación de durar», porque el PP es para su gobierno «un socio preferente y va a seguir siéndolo».
En el balance que realizó ante los medios de comunicación en Ajuria Enea, también se refirió a la crisis económica. Adujo que los anteriores inquilinos de Lehendakaritza llevaron a cabo un despilfarro que ahora repercute en las medidas que su Gobierno pretende activar, e insistió en cómo ha sido el PSE el primero en convocar una mesa para el diálogo social. Acusó al Ejecutivo de Ibarretxe de no creer en el diálogo social y subrayó que no convocó «ni una sola vez a empresarios y sindicatos a una misma mesa para atender a los problemas que sufría la economía. Ahora -apostilló- hay un Ejecutivo que actúa de forma contraria».
Continuando con el partido jeltzale, señaló que «tras un primer momento de desconcierto lógico, en el que hablaron incluso de golpe institucional, ha puesto sobre la mesa una oferta de pacto con contenidos muy parecidos a los que los socialistas defendimos en la oposición y que ahora llevamos a la prácticas desde el Gobierno».
No obstante, el lehendakari afirmó que responderán a esa oferta del PNV, haciendo hincapié en que, cuando presenten el proyecto presupuestario, los jeltzales tendrán la oportunidad de mostrar su voluntad de acuerdo, eso sí, una vez que lo hayan discutido «preferentemente» con el PP.
El lehendakari insistió durante toda la rueda de prensa en que el pacto suscrito con el PP está «aislado» de las disputas que mantienen, cada vez con formas más duras, las direcciones de ambos partidos en el Estado español.
Salvo el propio PSE y UPyD, el resto de las formaciones no han aprobado la gestión que ha realizado Patxi López en estos tres meses en el Gobierno de Gasteiz. Aunque el PP se mostró satisfecho con el cambio político, en materia económica, al igual que el resto de los partidos, criticó que mantenga «la táctica de Zapatero de no hacer nada».
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, afirmó que se trata de «un gobierno muy débil, sustentado en razones de Estado para el PP y el PSOE». Tanto EA como Aralar achacaron la ineficacia de Lakua a su «miedo» a perder el apoyo del PP. GARA