Una historia no tan lejana plagada de choques de alto voltaje
Más de dos años después del último enfrentamiento y con motivo del Centenario blanquiazul, la Real vuelve a recibir hoy al Madrid en Anoeta. Con motivo de ello, GARA ha repasado algunos de los enfrentamientos más importantes entre ambos clubes a lo largo de las últimas décadas.
Beñat ZARRABEITIA
El 29 de julio de 1993 el Estadio de Anoeta quedaba oficialmente inaugurado con una gran fiesta que contó con las actuaciones musicales de Oskorri, La Orquesta Mondragón y Luz Casal, además de un encuentro que midió las fuerzas de la Real y el Madrid. El choque no estuvo exento de cierta polémica, ya que no fueron pocas las voces que criticaron la presencia blanca en una cita tan especial para el fútbol vasco. John Toshack, entonces técnico de la Real y que anteriormente también había dirigido a los merengues, comentó al respecto que «el Athletic ha pedido dinero por jugar en Anoeta, mientras que el Madrid lo ha hecho gratis».
El partido acabó con empate a dos goles. Por parte txuri-urdin, el galés alineó a Alberto; Fuentes, Uria, Pikabea, Alaba; Océano, Carlos Xavier, Imaz, Alkiza; Kodro y Loren. A lo largo del choque también jugaron Lumbreras, Albistegi, Larrañaga, Guruzeta y Luis Pérez. Benito Floro, míster del Madrid en la época, dispuso a Buyo; Paco Llorente, Mikel Lasa, Rafa Alkorta, Sanchís; Fernando Hierro, Prosinecki, Michel, Luis Enrique; Butragueño y Zamorano. Más tarde, Nando, Milla, Alfonso y Petr Dubovsky también tuvieron su oportunidad de jugar.
Cuatro años después de su controvertido fichaje por el Athletic, Loren acababa de retornar a la Real y fue el encargado de conseguir el primer tanto en la historia del Estadio de Anoeta. Butragueño empató para los madridistas, Océano adelantó de nuevo a los gipuzcoanos y, finalmente, Butragueño volvió a establecer las tablas en el marcador.
Con este paso, la Real dejaba atrás una larga historia en Atotxa. Lugar en el que el conjunto realista vivió grandes momentos de gloria, sin olvidar claro los títulos que cosechó en El Molinón y La Romareda. En el campo gijonés, gracias al histórico gol de Jesús Mari Zamora la Real se hizo con su primer campeonato de Liga. Los txuri-urdines arrebataron el cetro al Madrid en el último suspiro. La proeza blanquiazul pilló al difunto y arrogante Juanito realizando de rodillas el trayecto que unía el centro del campo de Zorrilla con el túnel de vestuarios. Era la curiosa forma que el de Fuengirola había elegido para celebrar un título que el Madrid nunca ganó. Dos años más tarde, los gipuzcoanos también dieron buena cuenta de las aspiraciones del conjunto madridista con un brillante cuatro a uno en la final de la Supercopa.
Siguiendo con la confrontación directa, es probable que uno de los choques más recordados por la afición de la Real sea el que se disputó el 18 de febrero de 1988. Aquel día, los blanquiazules consiguieron el pase a la final de Copa tras derrotar por cero a cuatro al Madrid en el mismísimo Santiago Bernabéu. Gorriz adelantó a los vascos en la primera mitad, mientras que Loren, Begiristain y Bakero completaron una goleada histórica. Lamentablemente para los intereses del equipo realista, un gol de Alexanko en la final ante el Barcelona les privó de revalidar el título que habían conseguido un curso antes en Zaragoza ante el Atlético de Madrid.
Remontada copera
La primavera de 1993 vivió una de las últimas noches mágicas de Atotxa. En cuartos de final de Copa, la Real estuvo muy cerca de remontar una desventaja de tres goles frente al Madrid. Los blancos consiguieron pasar a semifinales gracias a un postrero gol del argentino Juan Eduardo Esnaider. La cita, sin embargo, todavía está en mente de muchos hinchas de la Real. Al igual que la goleada por cuatro a dos que consiguieron en la temporada 97-98 frente a los blancos. Al final de dicha campaña, los guipuzcoanos fueron terceros en la clasificación final, mientras que el Madrid que dirigía Jupp Heynckes apenas fue cuarto.
Durante la última década, destacan el tres a cero que la Real le endosó a los merengues en la campaña 2001-2002 y que sirvió para certificar la permanencia de los txuriurdines en Primera tras una nefasta campaña. Un año después, el panorama cambió de forma radical para todo el entorno realista. La llegada de Raynald Denoueix al banquillo, las incorporaciones de Karpin y Schurrer, los goles de Darko Kovacevic, el salto de calidad dado por Nihat y Westerveld, el nivel de canteranos como Aranzabal, Aitor López Rekarte y Javi de Pedro o la consolidación de Xabi Alonso, Mikel Aranburu o Igor Jauregi llevaron a la Real Sociedad a luchar dos décadas después por la consecución del título de Liga. Una de las tardes más recordadas de aquella campaña se produjo el 13 de abril de 2003. La victoria por cuatro a dos frente al Madrid devolvió a la Real el liderato y elevó las ilusiones blanquiazules al máximo.
Nada más arrancar la contienda, Darko Kovacevic adelantó a la Real. En el minuto 17, el serbio estableció también el dos a cero y al borde de la media hora de juego Nihat hizo el tercero. Antes del descanso Ronaldo recortó distancias, pero tras la reanudación Xabi Alonso marcó un golazo espectacular y sentenció el partido. El tardío gol de Portillo sólo sirvió para maquillar el resultado. Denoueix alineó un once con Westerveld; Aitor, Kvarme, Jauregi, Aranzabal; Xabi Alonso, Aranburu, Karpin, De Pedro; Nihat y Kovacevic. Tayfun, Boris y Gabilondo entraron en la segunda mitad. Vicente del Bosque, por su parte, puso sobre el verde de Anoeta a Casillas; Salgado, Hierro, Iván Helguera, Roberto Carlos; Flavio Conceiçao, Makelele, Figo, Zidane; Raúl y Ronaldo. Después del descanso, el técnico salmantino otorgó minutos a Guti, Óscar Miñambres y Portillo.
Finalmente, tras una pugna que duró hasta la última jornada del campeonato, la Real no pudo hacerse con el título. La derrota cosechada en Vigo una semana antes del final dejó la Liga en manos del Madrid. Los blancos no fallaron ante un mermado Athletic -pocos días antes había fallecido el presidente Javier Uria- y consiguieron un título más para sus vitrinas. Otro choque recordado es el de la campaña 2004-2005 en Madrid. Suspendido por una supuesta amenaza de bomba con el resultado de empate a uno. Varias semanas después se reanudó un choque de apenas seis minutos y en el que el Madrid ganó de penalti.
Por desgracia, la cuesta abajo de la Real ha sido imparable en los últimos tiempos. Problemas económicos, marcha de jugadores, el descenso de 2007, la derrota en Mendizorrotza o la tormentosa presidencia de Badiola han dejado muy tocado a un equipo histórico. Así las cosas, toda la familia blanquiazul deberá afrontar la cita de hoy como una auténtica fiesta. Una cita que sirva para generar ilusión en el entorno, medir el nivel de los canteranos ante futbolistas de primer nival mundial y recibir a Xabi Alonso en Anoeta cinco años después.
47 gipuzcoanos, 6 de ellos tolosarras
Con el reciente fichaje del tolosarra, en total son 47 los jugadores nacidos en territorio gipuzcoano que han vestido la camiseta del conjunto merengue. Un número al que se le podía sumar también a Miguel Ángel Portugal, ya que aunque nacido en Burgos pasó su infancia y juventud en Elgoibar. Dos de los gipuzcoanos más importantes en la historia blanca son Matxinbarrena y Sotero Aranguren -nacido en Buenos Aires, pero afincado desde niño en Donostia-, ya que ambos cuentan con una estatua en su honor cerca de los vestuarios del Bernabéu.
Otros jugadores del herrialde que han vestido la camisola merengue son Juan Petit, Ciriaco, Juan Alonso, Kerejeta, Arakistain o Juan Kruz Sol. Más recientemente, Julen Lopetegi, Mikel Lasa -fichado a cambio de 280 millones de pesetas en 1991- e Iván Campo habían sido los últimos gipuzcoanos en Chamartín hasta la llegada de Xabi Alonso. Con su fichaje, son un total de seis los futbolistas de Tolosa que han militado en el Madrid. Arsuaga, Calleja, Eugenio, Narro, Urretabizkaia y ahora el menor de los hermanos Alonso. En cuanto a los extranjeros, durante en la época moderna, tan sólo Toshack y Julio César han estado en los dos clubes.
Desde las ocho de la tarde hasta pasada la medianoche, desde el centro de la ciudad hasta Anoeta, la gran fiesta del Centenario llega con un programa cargado de actos y el encuentro entre la Real y Real Madrid como guinda.
El equipo merengue llega a Donostia con numerosas ausencias, mas con un «planetario» como el que tiene a su disposición Manuel Pellegrini apenas se notan. Las bajas, además, no afectan a los hombres que más titulares -y euros- han movido este verano. Cristiano Ronaldo, Kaká, Benzema y, por supuesto, Xabi Alonso estarán en Anoeta, además de Casillas, Robben, Raúl o Sneijder. Mitómanos y amantes del fútbol vario pueden estar tranquilos, por tanto.
Por parte realista, todos los jugadores del primer equipo, incluidos los lesionados, y junto a Javi Ros y la sensación del verano, Antoine Griezmann, se concentrarán hoy tras el entrenamiento matinal para preparar un choque tan especial que ni siquiera parece un amistoso. «Saldremos a competir, a hacer un buen partido y a tratar de ganar», aseguraba ayer el uruguayo Martín Lasarte, que no es inmune a la especial expectación creada por el regreso de Xabi Alonso a Donostia. «Se le va a hacer raro estar en Anoeta y ver enfrente la camiseta que tanto quiere», admitió el técnico.
Más allá del partido, la jornada está concebida para empapar de sentimiento blanquiazul a todo el que se acerque a Anoeta y alrededores. Una kalejira desde el centro y las actividades organizadas en los alrededores del estadio ocuparán la primera parte de la tarde (20.00). A partir de las nueve, la atención se centrará en el césped. Vídeos, himno, presentación oficial del equipo, globos -3.375 nada menos, tantos como goles ha marcado la Real a lo largo de este siglo-, bandera gigante, mosaico, tamborrada, tifo del centenario, balones, un «zorionak zuri» muy especial que incluye el encendido de 30.000 «velas» e incluso alguna sorpresa final que dejarán satisfecho al más exigente. GARA