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La Biblia de los cavernícolas

«Año Uno»

Harold Ramis vuelve con una comedia producida en asociación con Judd Apatow, actual rey del género, aunque «Año Uno» parezca una parodia histórica a lo Monty Python pero con Jack Black y Michael Cera.

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Mikel INSAUSTI |

Un crítico de internet ha llegado a decir, a propósito de «Año Uno», que Harold Ramis se ha quedado atrapado en el tiempo, en clara alusión al título de la irrepetible obra maestra de este realizador de comedias. La intención, no obstante, era justo la contraria, ya que el cineasta no desea que su vida se convierta en una constante repetición profesional de su particular Día de la Marmota. Para ello se ha sumado a la corriente humorística dominante en el Hollywood actual, asociándose en la producción a Judd Apatow, lo que se deja sentir en la larga lista de nombres habituales de su factoría incluidos en el reparto.

La Apatowdependencia no puede traer nada bueno a la larga, porque todas las comedias que se estrenan acaban estando cortadas por el mismo patrón, con lo que la pretendida frescura que caracteriza la fórmula se va agotando sin remedio, al igual que sucede con lo que pudo haber en ella de originalidad. Y la parodia histórica es un género en el que ya está todo prácticamente dicho, por más que «Año Uno» quiera huir del estilo de Mel Brooks, a fuerza de querer imitar las propuestas de los ingleses Monty Python con «La vida de Brian» como hoja de ruta a seguir.

Las alusiones maliciosas a «Atrapado en el tiempo» están más que justificadas, habida cuenta de que Harold Ramis vuelve a jugar con las paradojas temporales, porque de lo contrario no se entiende que una pareja de cavernícolas pueda protagonizar los más conocidos pasajes de la Biblia. Lo que han hecho los guionistas Gene Stupnitsky y Lee Eisenberg, cotizados gracias a la serie televisiva «The Office», que les ha permitido recibir el encargo de escribir la tercera parte de «Los Cazafantasmas», es tirar del hilo del Libro del Génesis, empezando por el mito del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal y la expulsión de Adán y Eva del Paraíso. A partir de ahí, Jack Black y Michael Cera, irán topándose durante su viaje a través de la Antigüedad con Isaac, Abraham, Caín y Abel, Noé y demás personajes bíblicos. Esta conexión entre lo prehistórico y los escenarios del Antiguo Testamento es una excusa perfecta para hacer desfilar por la pantalla una serie de rostros conocidos, lo que mantiene al espectador entretenido identificando a los distintos intérpretes famosos no acreditados.

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