Mientras algunos valientes osaban competir en la estación de tren de Zurich contra una réplica suya montada sobre raíles, Usain Bolt comparecía ante los medios la víspera del mitin atlético -uno de los más prestigiosas del calendario- que tendrá lugar hoy en esta ciudad suiza.

El jamaicano, «fatigado» tras su exhibición en Berlín -tres oros y dos récords mundiales-, tomará parte en la prueba del hectómetro, con su compatriota Asafa Powell -que en 2006 logró en esta pista situar la plusmarca mundial en 9,77- como principal oponente. Al parecer, la revancha con Gay disparaba en exceso un presupuesto del que Bolt ya se lleva 250.000 dólares.

Ante la superioridad que está demostrando en la velocidad, los interrogantes sobre su futuro se centran en saber si buscará un nuevo reto en la longitud, avalado por su zancada y su 1,96 de estatura.

Cuestionado al respecto, Bolt comentó: «Lo voy a intentar. ¿Cuándo? No lo sé, pero antes de finalizar mi carrera. Creo que puedo ser un buen saltador. Pero si lo hago no será porque tenga miedo de aburrirme con el 100 y el 200. Uno nunca se aburre de ganar».

Pero el Rayo no es sino la cabeza de un extenso cartel. Un total de catorce campeones mundiales, amén de otras estrellas que no lograron el oro en Berlín, se darán cita en el estadio Letzigrund.

Explicaciones de Isinbayeva

En el recuento de revanchas sobresalen dos: la enésima de 400 metros entre los estadounidenses LaShawn Merrit (campeón) y Jeremy Wariner (subcampeón), y la de pértiga entre la inesperada campeona en Berlín, la polaca Anna Rogowska, y la rusa Yelena Isinbayeva, destronada con tres nulos, al estilo de Sergey Bubka en los Juegos de Barcelona 1992.

La Zarina, repuesta en parte del mazazo, explicó que atribuye su derrota a un «exceso de confianza. Ganar se había convertido en una rutina. Antes de Berlín, cada victoria era, por decirlo de alguna manera, normal. Ahora comprendo el valor de un triunfo».

Otros choques interesantes serán el de 100 entre la jamaicana Shelly-Ann Fraser y la estadounidense Carmelita Jeter; el de 800 entre el sudafricano Mbulaeni Mulaudzi y el keniano Alfred Kirwa (campeón y destronado); el de 1.500 entre el bahrainí Yusuf Saad Kamel -el hijo del keniano Billy Konchellah- y el keniano Asbel Kiprop, y el de salto de altura entre la croata Blanka Vlasic y la alemana Ariane Friedrich.