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EL ATHLETIC EN EUROPA

La bolita rojiblanca estará en el bombo de la Europa League

Un empate en el Alfheim Stadion hizo buena la victoria conseguida por el Athletic una semana antes en San Mamés. Como sucediera en el encuentro de ida, los rojiblancos tuvieron que sufrir ante un Tromsoe que acumuló ocasiones antes de poder celebrar la clasificación.

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Amaia U. LASAGABASTER |

TROMSOE 1
ATHLETIC 1

El Athletic está entre los elegidos que estrenarán la nueva Europa League. Los rojiblancos superaron el trámite en Tromsoe, con las inevitables dosis de sufrimiento, y la bolita con su nombre estará hoy en el bombo que determinará la fase de grupos con la que arrancará la renovada competición.

La mejor noticia, sin duda, que podía recibir el club tras un verano en el que la mala imagen ofrecida por el equipo ha generado dudas considerables entre la afición. Las sensaciones no han mejorado tras el encuentro del Alfheim Stadion, pero los resultados mandan -el propio Caparrós se puso la venda, recalcándolo la víspera- en el deporte profesional y, en ese sentido, los bilbainos han cumplido su objetivo, superando las dos eliminatorias previas del torneo. La recompensa será triple: dinero, siempre bienvenido, para las arcas del Athletic, un mínimo de seis partidos internacionales para el equipo y al menos tres encuentros en San Mamés para la afición.

Tres nuevas oportunidades para disfrutar o, visto lo visto en la media docena de compromisos oficiales disputados hasta ahora, para sufrir. Sufrimiento, además, por partida doble: el que origina el pobre juego del equipo y el derivado de las estrecheces en el marcador, que ayer se mantuvieron a lo largo de los noventa minutos.

Como sucediera ocho días antes en San Mamés, sólo los guarismos salvaron al Athletic en Noruega. Y lo hicieron gracias al rigurosísimo penalti decretado por el árbitro, cuando un remate de De Marcos se estrelló en el brazo de Koppinen. De haber sido otra su decisión, ahora mismo se podría estar hablando de un panorama totalmente diferente, porque por mucho que las intenciones de los bilbainos, conscientes de sus carencias defensivas, pasaran por anotar algun gol, los disparos a la portería de Ramovic con un mínimo de peligro se pudieron contar con los dedos de una mano.

Por parte del Athletic, sin embargo, Gorka Iraizoz volvió a ser uno de los destacados, lo que deja bien a las claras cuánto se paseó el balón por su área. Sobre todo gracias a Moldskred, que volvió a convertirse en una pesadilla para su rival. Sobre todo en los primeros minutos de partido, en los que pareció cobrar cuerpo el peor de los panoramas, con casi media docena de escapadas del rápido delantero noruego, que pusieron a prueba los nervios de la familia bilbaina.

Afortunadamente, el acoso perdió intensidad mediado el primer tiempo. Entre otras cosas, porque el Athletic se atrevió a asomar la cabeza. Una acción de estrategia entre Yeste y Susaeta, un par de centros cabeceados por Javi Martínez y Llorente, o un detalle de calidad y el posterior remate de Susaeta hicieron ver al Tromsoe que había un equipo enfrente.

La segunda parte también arrancó con la balanza bastante nivelada. El incordio de Moldskred había pasado de continuo a intermitente, el Athletic apenas sufría y el empate a cero empezaba a parecer el único resultado posible de un choque cada vez más soporífero.

Todo cambió antes del cuarto de hora, cuando la fortuna se alió con el Athletic, en forma de penalti entre dudoso y riguroso. Un remate de De Marcos se estrelló en la mano de Koppinen y Javi Martínez repitió la acción que ya había valido el empate a uno en San Mamés: paradinha y más ventaja, en este caso, para su equipo.

Lamentablemente, Moldskred centraba casi de inmediato un balón que Rushfeldt cabeceó para convertirlo en el empate y también en el despertador de los suyos, que volvieron a ser conscientes de que un solo gol les situaba en la Europa League. Esta vez sí tuvieron los noruegos prácticamente encerrado a su rival, que encadenó un «uy» con el siguiente hasta el pitido final. Sólo la expulsión de Ramovic -autoexpulsion, más bien, porque se debió a un empujón a Yeste cuando el basauritarra se retiraba con toda la parsimonia del mundo-, con el noventa rebasado, permitió respirar a los bilbainos.

«Hay que felicitar al Athletic por estar en Europa»

A Joaquín Caparrós le costó asumir las críticas al pobre partido que disputó el Athletic en Tromsoe.

«¿Para ti ha sido un partido pobre? -cortó al compañero que le inquirió al respecto-. Como periodista, vas a estar en un bombo con sólo siete equipos de nuestra Liga, que es la mejor del mundo. Lo que tienes que hacer es felicitar a toda la familia del Athletic por estar en competición Europea». Ya más tranquilo, el técnico reconoció que el partido resultó difícil como se esperaba, «pero hemos tenido la fortuna de nuestro gol. Es para estar supersatisfecho porque en muy poquito tiempo, estos futbolistas han llevado al Athletic a jugar dos títulos y ahora vuelven a llevar al Athletic a Europa. Que no lo hacemos bonito y tal, pero sabemos cuáles son nuestras limitaciones y vamos a tratar de mejorar».

Menos le costó a Fernando García Macua admitir que «no ha sido un partido lucido» y que hubo «suerte», pero se mostró igualmente satisfecho por haber «cumplido el primer objetivo». GARA

El Athletic conocerá hoy a sus rivales

Mónaco acogerá este mediodía el sorteo de la fase de grupos de la Europa League, en el que el Athletic conocerá a sus tres próximos rivales. La liguilla -que corresponde a los 1/16 de final- arrancará el próximo jueves 17 de setiembre y concluirá tres meses después, el jueves 17 de diciembre.

Iago y San José fueron los descartados

Mikel San José tendrá que seguir esperando para debutar con la camiseta rojiblanca. Con Aitor Ocio y Fernando Amorebieta totalmente recuperados, Ustaritz ocupó plaza en el banquillo y el central navarro tuvo que seguir el partido desde la grada junto a Iago Herrerín, el otro jugador descartado.

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