El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, pidió ayer que se procese y castigue «con la máxima firmeza» a los líderes de las protestas y disturbios que se produjeron tras su disputada reelección en las presidenciales del pasado 12 de junio, tras reiterar la existencia de un complot extranjero.

El presidente se suma así a las peticiones hechas entre ellos, por los Guardias de la Revolución, que han pedido que se detenga a los candidatos derrocados Mir Hosein Musavi y Mehdi Karubi por encabezar las protestas.

Por otra parte, Ahmadineyad consideró que quienes se vieron atrapados en los disturbios deberían «gozar de clemencia islámica» y ser liberados.

Entre las personas a las que ya se está juzgando figuran un ex vicepresidente, varios ex ministros y varios ricos empresarios.