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CRÓNICA Reordenación en Lakua

Ares sigue acumulando poder y es también el dios de las tempestades

Distintos articulistas han destacado en las últimas semanas que en la mitología griega Ares era el dios de la guerra. Pero la complejidad del olimpo heleno recogía que Ares era también el dios de las tempestades. Y así se lo ha reconocido recientemente el lehendakari, Patxi López, que ha añadido al consejero de la porra las funciones de hombre del tiempo.

Iñaki IRIONDO

A falta de vicelehendakari, Rodolfo Ares es el consejero que asume la coordinación del Gobierno y el verdadero hombre fuerte y mano derecha del Gabinete de Patxi López. Así estaba previsto desde el principio en la teoría, pero en la práctica su peso ha superado a todos los cálculos iniciales.

A lo largo de este verano el Departamento de Interior ha asumido casi en exclusiva el protagonismo de la acción gubernamental. Poco a nada se ha sabido del resto de consejeros, incluso del propio lehendakari, mientras que Rodolfo Ares ha estado casi diariamente en los medios merced a su campaña contra la fotografías de los presos vascos y la irrupción de la Ertzaintza en diversos escenarios festivos.

De hecho, cuando a mediados de agosto se cumplieron los cien días del Gobierno del PSE, los dos únicos «logros» en los que pudieron coincidir los apologistas del Ejecutivo de López fueron el cambio del mapa del tiempo de ETB y la campaña de «deslegitimación del terrorismo y quienes les apoyan».

Cambios en agosto

Pero, llamativamente, quien no necesitó ni cien días para hacer balance de su Gobierno fue el propio lehendakari, Patxi López, que el 30 de julio ya decidió realizar cambios en la estructura de los departamentos del Ejecutivo que había fijado hacía nada, el 8 de mayo. Quienes acusan a López de improvisación pueden contar así con algo más de munición. Oficialmente, el objetivo declarado fue conseguir una «mejora de la eficacia». Las «diversas adecuaciones» entraron en vigor el 4 de agosto, tras su publicación en el Boletín Oficial del País Vasco.

En total se dictaron 16 cambios, entre los que resulta curiosa la ampliación de la denominación del Departamento de Industria e Innovación al que se le añade Comercio y Turismo «para facilitar su identificación con el conjunto de áreas que le son atribuidas».

Mayor trascendencia parece tener que el área de «Contratación» pase de la Consejería de Administración Pública de Idoia Mendia -que días antes de la remodelación declaraba la ingente labor que había que hacer en ese terreno para superar vicios heredados de los anteriores gobiernos- al Departamento de Economía y Hacienda que dirige Carlos Aguirre. López dice querer recuperar «el tratamiento unitario con el área de Patrimonio» que tuvo con anterioridad, pero es que en gobiernos precedentes Economía, Hacienda y Administración Pública eran un único departamento y el dato podía haberlo tenido en cuenta cuando decidió separarlos.

Policías y nubes

En cualquier caso, si algún cambio resulta llamativo es que «Meteorología» pase a formar parte del ámbito competencial del Departamento de Interior, para lo que el lehendakari, Patxi López, alega que «guarda una mayor conexión con el conjunto de funciones y áreas de actuación atribuidas» a la Consejería de Rodolfo Ares.

Hasta ese 4 de agosto las competencias sobre meteorología habían estado en el Departamento de Vivienda, Obras Públicas y Transportes de Iñaki Arriola, herencia arrastrada de la le- gislatura anterior.

No es fácil encontrar precedentes de que un servicio de meteorología, en este caso Euskalmet, dependan de Interior. En el Gobierno español, la Agencia Estatal de Meteorología depende del Ministerio del Medio Ambiente, y en Catalunya y Galicia los respectivos servicios meteorológicos están también ligados a las consejerías de Medio Ambiente.

Tan sólo en el Gobierno de Castilla y León puede hallarse generosamente algún parangón, puesto que el portal web de meteorología depende de la Agencia de Protección Civil y Consumo, encuadrada en la Consejería de Interior y Justicia. Y debe tenerse en cuenta que el Ejecutivo castellano no tiene competencias policiales.

Es decir, nadie mezcla las porras con las nubes. Algún malpensado podría decir que con el cambio se pretenden evitar los maliciosos comentarios que recuerdan que el director de meteorología, Iñigo Alonso, sin experiencia en cargos similares, es el marido de uno de los viceconsejeros de su anterior departamento. No parece razón suficiente. Más convincente resulta volver a los antecedentes mitológicos del dios Ares quien, por cierto, según algunos autores, despertaba escasas simpatías en el Olimpo. A Rodolfo le va mejor con Patxi.

En un señorial sillón, junto a una chimenea inactiva de Ajuria Enea, escuchando música en su I-Pod con gesto de melómano y la mirada perdida en el techo, así ha posado el lehendakari en «Vanity Fair». La revista ha escogido a Patxi López entre los veinte españoles más influyentes en un reportaje que en portada se titula «Sí, somos diferentes. ¡Viva España!». La imagen ha recorrido internet con comentarios poco favorables al lehendakari por su apariencia indolente en estos tiempos difíciles. Las críticas no son sólo de «enemigos» políticos, también de expertos en imagen.

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