Dirigentes de partidos políticos daneses de la oposición dijeron ayer estar dispuestos a ayudar a escapar de las autoridades y a ocultar a iraquíes amenazados de expulsión, en un momento en el que la deportación a Irak de 22 solicitantes de asilo esta misma semana ha suscitado un gran polémica en el país. Al menos tres líderes de partidos de izquierda declararon al diario «Politiken» estar dispuestos a enfrentarse a la ley y a las consignas de sus propias formaciones políticas abriendo sus puertas a iraquíes a los que las autoridades danesas quieren expulsar. El Partido Conservador criticó esa actitud, que calificó de «inquietante» y al extrema derecha pidió la intervención del Gobierno de centroderecha que, desde su llegada al poder, aplica una política de inmigración restrictiva.