UPN y PSN ajustan ya el presupuesto y acuerdan la Ley de Ayuda de Víctimas
La primera reunión UPN-PSN de este curso sirvió para dejar claro que este año también habrá pacto presupuestario. Al alimón, en el Parlamento ambos tramitaban el proyecto de Ley de Ayuda a Víctimas. Fue sólo dos días después de que el PSN anunciara una nueva estrategia.
R.S.
El Gobierno de UPN-CDN y su socio del PSN pactarán por tercera vez consecutiva los presupuestos navarros. El PSN se limitará al habitual regateo de detalles técnicos que le permita luego presentarse como valedor de determinados incrementos de gasto para algunos colectivos desfavorecidos.
Lo habitual es que en la primera reunión del proceso negociador, que se celebró ayer con Miguel Sanz y Roberto Jiménez al frente de las delegaciones, el socio externo ponga alto el listón de sus exigencias y en ningún caso dé por seguro el acuerdo, pero ayer no ocurrió así. El consejero de Economía, Alvaro Miranda, presente también, indicó que «hay senda suficiente para trabajar» y adelantó que «será posible el acuerdo». Desde el PSN, Roberto Jiménez, se limitó a matizar que «no vamos a dar un cheque en blanco».
Jiménez echó mano del argumento de la responsabilidad ante la crisis para justificar este nuevo acuerdo. «En un momento económico como el actual, es importante el acuerdo para articular medidas que permitan paliar sus efectos», dijo.
Por el momento, Jiménez dijo discrepar de la iniciativa adoptada la pasada semana por el Gobierno de Miguel Sanz para destinar ocho millones de euros a fomentar el empleo y a auxiliar a empresas con dificultades. Se quejó de que la medida se ha anunciado «sin encomendarse ni a Dios ni al diablo» y que el Gobierno «tendrá que explicar de dónde sale el dinero».
Dos días después
El anuncio de este consenso se produce apenas dos días después de que el propio Jiménez presentara una supuesta «nueva estrategia» destinada a presentar al PSN como fuerza motor de un bloque de progreso. El domingo, en una entrevista publicada en ``Diario de Navarra'', Miguel Sanz minimizó ya las diferencias ideológicas entre ambas formaciones y aseguró que no le importaría incluso que el PSN gobierne si lograra más votos que UPN en el futuro.
El presupuestario no es el único campo en que los partidos de Sanz y Jiménez reflejan su unidad de acción en este comienzo de curso, el penúltimo de la legislatura. A la vez que la reunión de Diputación, en el Parlamento se celebraba la primera sesión de la Mesa y Junta de Portavoces. En ella destacó la admisión a trámite de una proposición de Ley de Ayuda a las Víctimas del Terrorismo que ha sido presentada por el PSN y recibida con satisfacción por UPN. Su portavoz parlamentario, Carlos García Adanero, afirmó que «lógicamente contará con el visto bueno de UPN» dado que «siempre es bueno reconocer y apoyar a las víctimas».
NaBai también votó a favor del acceso a trámite, aunque Patxi Zabaleta afirmó que su grupo tratará de que se aplique «a todas las víctimas».
Al margen de esta cuestión nominal, la norma tiene aspectos tan cuestionables como la pretensión de chantajear económicamente a los centros educativos para que utilicen determinados materiales ideológicos.
Los primeros movimientos políticos de este curso en Nafarroa llevan a la izquierda abertzale a concluir que «UPN, PSN y compañía campan a sus anchas» debido a la «inexistencia de oposición política legal en el Parlamento».
En referencia concreta a la propuesta lanzada por el presidente navarro, Miguel Sanz, para incidir en el aislamiento político y social de la izquierda abertzale, este sector recuerda que no hay novedad en la medida en que «ésta es la tónica habitual de actuación del espacio constitucionalista en los últimos 30 años». Pero sí advierte ahora un afán de «ampliar ese pacto a través de la presión y coacción política a formaciones como IUN y NaBai». En este sentido, considera que «la ligereza de algunas actuaciones de los últimos años de estas dos formaciones ha abierto la puerta al deslizamiento permanente hacia posiciones cada vez menos entendibles».
La izquierda abertzale se refiere también a la afirmación del PSN de que pretende liderar un espacio progresista. Recuerda que el partido de Jiménez ha obviado la realidad sociolaboral navarra en plena crisis y que ha participado en la convergencia de intereses con los poderes económicos.
«Estamos convencidos de que el cambio político y social en Navarra tiene una única formulación: la unidad de acción de la clase trabajadora en la lucha constante en defensa de sus derechos -concluye-. La resolución del conflicto político en clave de negociación. Y un cambio de Gobierno impulsado de abajo y cimentado en estos valores».GARA