Israel, ajena a la presión, autoriza 455 viviendas más en las colonias sionistas
Tal y como avanzó el viernes el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, su ministro de Defensa, Ehud Barak, firmó ayer la autorización que permite la construcción de 455 viviendas más en colonias sionistas de Cisjordania. Esta decisión se ha tomado haciendo frente a todas las presiones de la comunidad internacional, encabezada por EEUU, que exigen una paralización de la ampliación de las colonias para establecer un diálogo con la Autoridad Palestina.
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Israel dio ayer el visto bueno oficial a la construcción de nuevas viviendas en colonias sionistas en Cisjordania, a pesar de las críticas que esta medida ha provocado en la comunidad internacional.
Tal y como prevé la legislación israelí, la construcción de las nuevas viviendas en las colonias fue autorizada por el ministro de Defensa, Ehud Barak.
Barak «ha autorizado la construcción de 455 viviendas en los bloques de implantación en Judea y Samaria [denominación israelí de Cisjordania]», según informó su oficina mediante un comunicado.
Las nuevas viviendas se construirán en la colonia de Gush Etzion, cerca de Belén (161); en Modiin Ilit, al oeste de Ramallah (84); Givat Zeev, al norte de Jerusalén (76); Maale Adumin, cerca de Jerusalén (89); Kedar, también en el entorno de la capital palestina (25); y Maskiot, en la valle del Jordán (20), según precisa el comunicado del Ministerio de Defensa.
La construcción de nuevas viviendas en las colonias sionistas de Cisjordania ha contado con el consenso de los sucesivos gobiernos israelíes.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, dio a conocer el pasado viernes que su objetivo era acelerar la colonización ante una eventual moratoria de varios meses para apaciguar a Washington. EEUU exige una paralización de la colonización para permitir que se retomen las conversaciones con la Autoridad Palestina.
La autorización de nuevas construcciones en las colonias está destinada a tranquilizar al ala más dura de la derecha israelí, que se opone frontalmente a cualquier clase de ralentización de la colonización.
Netanyahu se ha negado a aplicar una paralización completa, pero ha manifestado que estaría dispuesto a aceptar una moratoria provisional y parcial de la ampliación de las colonias en Cisjordania y Jerusalén Este, donde viven ilegalmente más de 500.000 colonos sionistas.
El anuncio de que se permitirá construir nuevas viviendas por parte de Israel se produce poco antes de una nueva visita del enviado especial de EEUU, George Mitchell, prevista para el fin de semana.
La Autoridad Palestina ha denunciado la autorización de construir nuevas viviendas. Saeb Erekat, el responsable de las negociaciones, afirmó que esta medida «convierte en inútil cualquier paralización posterior y socava la confianza en el proceso de paz».
Erekat considera que Israel también ha desafiado a la comunidad internacional.
El principal movimiento israelí que se opone a la colonización, Paz Ahora, criticó el visto bueno de Barak, afirmando que el Gobierno israelí ha «entregado un regalo a los colonos, que transforma en una farsa el diálogo con los palestinos».
Los colonos quieren más
En cambio, Yesha, la principal asociación de colonos, acusó a Netanyahu de «tratar de engañarnos», destacando que estos planes de ampliación ya recibieron el visto bueno del Gobierno de Ehud Olmert.
«Estos proyectos ya fueron autorizados por el Gobierno de Olmert. Suponen un insulto a la inteligencia. Estamos extremadamente decepcionados por este anuncio», declaró a France Presse Pinhas Wallerstein, director de Yesha.
La líder del opositor Kadima, Tzipi Livni, criticó ayer a Netanyahu ante lo que consideró falta de firmeza frente al anuncio de la creación de un Estado palestino, según declaró a la radio del Ejército israelí.
Horas después de aprobarse la ampliación, se anunció que el viaje del enviado de EEUU, George Mitchell, se retrasó hasta el sábado, cuando estaba inicialmente prevista para el jueves.
El Estado francés reclamó a Israel «una paralización completa» de la colonización en Cisjordania y Jerusalén Este, después de que el Estado sionista diera luz verde a su ampliación, declaró la portavoz adjunta del Quai d'Orsay, Christine Pages.
«Según lo establecido en la Hoja de Ruta, Francia y sus socios europeos, así como el Cuarteto [EEUU, Rusia, UE y ONU], reclaman una paralización de la colonización en Cisjordania y Jerusalén Este», subrayó Pages, respondiendo a una pregunta que le formularon durante una rueda de prensa.
El ministro de Exteriores, Bernard Kouchner, recordó Pages, ha subrayado que la paralización de nuevas construcciones es «un elemento decisivo para que se retome el proceso de paz».
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, también advirtió recientemente a Israel, al tiempo que reafirmaba su amistad, que «no habrá paz si continúa la colonización».
Preguntado sobre la posibilidad de que Netanyahu y Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, se reúnan en un receso de la Asamblea General de la ONU, que comienza el días 23 en Nueva York, respondió que «nuestra prioridad es relanzar de manera urgente un proceso de paz, con la perspectiva de crear un Estado palestino, independiente, viable y que viva en paz y en seguridad junto a Israel».
El secretario general de la Liga Árabe, Amr Mussa, destacó que «mientras Israel siga con su cabezonería con las colonias, no habrá posibilidad de diálogo». GARA
