«Tenemos certezas terribles sobre Jon Anza, pero no nos van a callar»
«Tenemos certezas que son terribles, pero queremos decir que no nos van a callar, ni a asustar, ni a sumir en el agujero de la desesperanza». El mensaje relativo a la desaparición de Jon Anza fue lanzado ayer por Euskal Iheslari Politikoen Kolektiboa en la comparecencia más masiva que realiza en los últimos tiempos, lo que certifica la gravedad del asunto. Unos 50 exiliados animaron desde Donibane Lohizune a participar en la movilización del próximo sábado.Maite UBIRIA |
Con retratos del desaparecido Jon Anza en sus manos, cerca de 50 miembros de Euskal Iheslari Politikoen Kolektiboa lanzaron ayer en el parque Ducontenia de Donibane Lohizune la voz de alarma. «Tenemos certezas terribles», afirmaron antes de recalcar que esto no les va a hacer callarse ni desesperar.
Además de animar a participar en la movilización nacional del próximo sábado -cuando se cumplirán cinco meses desde la desaparición de Anza-, los comparecientes recordaron que éste no es un caso aislado.
Xabier Arin se encargó de dar lectura a un comunicado, redactado en euskara y en francés, en el que se apunta que «aquí estamos muchas personas que conocimos el franquismo» y que constatan, desde esa perspectiva, que se sigue intentado renovar la misma estrategia represiva que ha fracasado una y mil veces. Auguraron que ahora ocurrirá otro tanto.
Políticos y medios
Recordaron que junto a la desaparición de Jon Anza están los casos de Juan Mari Mujika, Lander Fernández y Alain Berastegi. Y por ello mismo consideraron «muy preocupante» la desatención de partidos políticos y medios de comunicación. Según sus palabras, «la decisión de imponer esta represión sin límites no habría sido tomada por los estados si no hubieran contado con la ayuda del silencio de instituciones, políticos y medios de comunicación».
Arin -que estuvo acompañado en la mesa por Oskar Bizkai, Lorea Zeziaga y Mikel Barrios- se detuvo sobre todo en el caso de Anza para remarcar las «certezas terribles» que alberga el Colectivo. Pero añadió a continuación que «tenemos que decir que no nos van a callar, ni a asustar, ni a sumir en el agujero de la desesperanza».
La pasada semana, el dirigente del PNV Joseba Egibar preguntó directamente al ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, «si la Policía detuvo» a Jon Anza. Los exiliados vascos acusaron ayer a los gobiernos de Madrid y París de sostener una misma actitud ante el caso, «que Rubalcaba expresa en voz alta y Michèle Alliot-Marie en voz baja».
El Colectivo recordó además que no es uno, sino cuatro, los militantes vascos desaparecidos, en algunos casos hace ya más de tres décadas. Trajeron a colación los nombres de Eduardo Moreno Bergaretxe Pertur, José Miguel Etxeberria Naparra y Popo Larre, además del de Jon Anza. Y emplazaron a la ciudadanía vasca a que «no acepte el silencio ante la represión».
La manifestación del sábado se celebrará también en Donibane Lohitzune, como la comparecencia de ayer, y arrancará a las 17.00. Esta semana varios electos de Ipar Euskal Herria se han adherido a la misma.
Anne Kayanakis, la fiscal del Tribunal de Baiona que se encarga de investigar la denuncia de la desaparición, fue entrevistada ayer por ``Le Journal du Pays Basque''. Informó de que no hay datos nuevos y de que se mantienen abiertas todas las hipótesis, incluida la abierta por la pregunta lanzada por Joseba Egibar a Alfredo Pérez Rubalcaba y que el ministro de Interior ha eludido responder. Preguntada por la posibilidad de que Anza hubiera sido detenido por policías españoles, la fiscal insiste en que «nada está descartado».
Como punto más reseñable de la entrevista, Kayanakis subraya que «resulta muy inhabitual» que ETA revele la pertenencia a la organización de alguno de sus miembros. Así lo hizo con Jon Anza, de quien dijo que le consta que la Policía española lo había detectado al haber aparecido sus huellas en un zulo. ETA se mostró segura de que su desaparición tiene que ver «con las cloacas de los estados».
En la entrevista, la fiscal Kayanakis repasa además las iniciativas tomadas hasta ahora en el marco de esta investigación, y que no han dado ningún fruto. Por ejemplo, la Fiscalía no ha registrado ninguna incidencia reseñable en el trayecto entre Baiona y Toulouse -Anza fue visto por última vez al coger el tren para acudir a una cita con otros militantes de ETA-. Y los vídeos de las cámaras de seguridad fueron destruidos 72 horas después, por lo que no hay imágenes que puedan ayudar a desentrañar lo ocurrido. «La única cosa que puede decir es que no ha dado señales de vida», concluye la procuradora de Baiona. GARA