Tras pasar la noche en el calabozo, los cuatro jóvenes de entre 20 y 40 años, detenidos el viernes tras encadenarse en el kiosko de la Plaza del Castillo de Iruñea, fueron quedando en liber- tad a partir de las 13.00 de ayer. Por el momento, y basándose en el atestado policial, a todos ellos se les imputa un delito de «desordenes públicos».

Aunque en un principio se llegó a pensar que a quienes llevaron a cabo esta protesta se les pretendía imputar «resistencia a la autoridad» o «desobediencia», su abogado aclaró que se les acusa de «desórdenes públicos». Además, la letrada quiso matizar que en el momento de la detención nadie seguía encadenado.

Estos cuatro jóvenes estuvieron un «buen rato» amarrados al kiosko, pero tras observar que los agentes de la Policía española no intervenían, decidieron coger la llave y soltarse ellos mismos. Fue entonces cuando más participantes de la marcha comenzaron a subir al kiosko. Acto seguido, los policías procedieron a detener a estas cuatro personas.

12 personas al banquillo

El próximo jueves, 17 de setiembre, se celebrará el juicio contra las 12 personas que participaron en una acción de protesta pacífica. La protesta tuvo lugar en mayo de 2007, cuando una docena de jóvenes realizaron una sentada en el marco de una campaña de apoyo a los gaztetxes, dentro de la iniciativa «Iruñerria piztera goaz». Para todas estas personas se han pedido dos años y medio de cárcel por «desobediencia».

Al hilo de este juicio, la dinámica de protesta denominada «Nuestra Señora de la Okupación» organizó el viernes la primera «procesión. La marcha partió a las 19.00 desde la Catedral de Iruñea y fue acompañada de un centenar de «feligreses» que se dirigieron desde la calle Curia hacia la Plaza del Castillo. Allí es donde estas cuatro personas fueron arrestadas. Desde varios tejados se lanzaron grandes pancartas de denuncia de este proceso.