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CRÓNICA I Plan de Movilidad

La Semana de la Movilidad llega con asignaturas pendientes para Gasteiz

No había pasado ni un día después de que un joven de 26 años perdiera la vida tras haber sido arrollado por un vehículo, cuando el jueves el tranvía de Gasteiz atropelló a una cicloturista de 43 años y, horas más tarde, volvió a colisionar contra un turismo. Por suerte, esta vez todo quedó en un susto.

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Zuriñe ETXEBERRIA I

Existen siete normas fundamentales para que la convivencia con el todavía poco rodado tranvía que circula por varias calles de la capital alavesa resulte satisfactoria. Al menos, así lo anuncian desde la propia pagina web de EuskoTran.

Primera norma: el tranvía, siempre primero. Segunda: no circular ni estacionar sobre el trazado de la vía. Tercera: respetar las señales de tráfico. Cuarta: no detener el coche o la bicicleta sobre las cuadrículas amarillas del pavimento. Quinta: prestar atención al entrar y salir del garaje. Sexta: tener precaución en las paradas. Séptima y última: prestar atención a la campana que anuncia el paso de los convoys tranviarios.

Estas siete reglas dan forma a la teoría, pero todo parece complicarse a la hora de salir a la calle y de llevarla a la práctica. Muestra de ello son los numerosos incidentes que se están registrando entre peatones, cicloturistas y conductores desde la implantación de los raíles. Pese a haberse cumplido nueve meses desde la puesta en marcha de este medio de transporte, la convivencia entre todos los que comparten aceras y carreteras parece que se está resistiendo. El Ayuntamiento ha impulsado la elaboración de un Plan de Movilidad Sostenible y Espacio Público que integra y aborda, de forma global, los aspectos relaciona- dos con los diferentes modos de movilidad urbana en convivencia con el espacio público; «plan que empieza a obtener sus primeros resultados», presume la Corporación en su página web.

Puntos negros

Entre estos primeros resultados no se pueden incluir los del tranvía, ya que al parecer aún queda algún tiempo hasta garantizar esa convivencia. La última incidencia hasta ahora se registró el jueves, cuando una cicloturista de 43 años fue atropellada por un convoy en la calle Jesús Guridi con Paz -zona que pese a estar regulada con semáforos genera bastantes dudas a la hora de cruzar, ya que el tráfico de vehículos es muy denso y constante-. En un comunicado, EuskoTran informó de que, sobre las 9.30 de la mañana, una mujer golpeó contra el vagón «tras optar por efectuar un giro hacia la traza tranviaria, a pesar de que los bolardos luminosos se encontraban en color rojo intermitente», es decir, avisando de la circulación del tranvía por dicha zona. Apenas unas horas más tarde, sobre las 20.00 horas, el vagón que cubre la linea de Abetxuko colisionó contra un turismo, que al parecer se saltó un semáforo cerca de la rotonda de América Latina. Esta vez, por suerte, tampoco hubo que lamentar heridos de gravedad.

Estos dos últimos accidentes se suman a una larga lista. Sólo un mes después de su puesta en marcha, ya se habían registrado seis incidentes con vehículos, además de los que afectaron a peatones. También en febrero, un niño de 12 años resultó herido de gravedad al ser arrollado por uno de estos vagones verdes. Y en agosto, en menos de 24 horas, como ha ocurrido esta semana, dos accidentes de las mismas características tuvieron lugar en la calle Duque de Wellington, en el barrio de Lakua. Es una zona que desde el primer momento se ha ido ganando a pulso su clasificación como «punto negro» desde la instalación del tren ligero.

Sin embargo, no sólo este recién llegado medio de transporte causa trastornos e incidentes. Los atropellos de turismos a peatones están, también, a la orden del día. Un día antes de los dos accidentes con el tranvía, un joven de 26 años perdió la vida tras ser arrollado por un turismo. Este último supone el cuarto atropello mortal en lo que llevamos de año. En mayo una joven de 17 años falleció al ser arrollada por un vehículo que invadió la acera en la que se encontraba tras impactar con un microbús. Un mes más tarde, cuatro peatones resultaron atropellados y dos de ellos, ambos varones de 70 y 69 años, fallecieron.

Del 16 al 22 de setiembre Gasteiz tiene previsto celebrar la Semana Europea de la Movilidad Sostenible. La jornada «La ciudad sin mi coche» será la encargada de poner, el martes 22, el broche final a siete días en los que se debería hacer un reflexión sobre la convivencia entre los diferentes medios y personas que se mueven por la ciudad, bien en coche, autobús, tranvía, bicicleta o a pie.

Más OTA y menos paradas

Otro de los ejes centrales que deberán ocupar esa Semana Europea de la Movilidad Sostenible será el Plan de Movilidad y Espacio Público que tantos conflictos está generando entre las asociaciones vecinales y los comerciantes de diferentes barrios. Una de las causas por las que los vecinos están haciendo oír sus quejas es que el Plan no está aprobado al completo y, sin embargo, han comenzado a aplicarse algunas de sus medidas. Por poner un ejemplo, en la primera fase de esa ordenanza una de las medidas aprobadas e implantadas ha sido la compra de más de una docena de autobuses urbanos, pero a estas alturas se desconoce cuál será el trazado definitivo de este servicio público. Por el momento, entre los barrios de Aranbizkarra y Arantzabela ya se han suprimido cinco paradas.

Estos dos barrios gasteiztarras, al igual que otros muchos, han visto cómo las paradas que el autobús urbano realizaba cerca de sus viviendas se han ido suprimiendo debido a las directrices del nuevo Plan de Movilidad. En este diseño, elaborado con la ayuda de la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, se plantean menos estaciones para el autobús urbano -se prevé situarlas a un máximo de 300 metros de cada vivienda-, pero más frecuencia entre las líneas.

Los vecinos, por su parte, exigen que se mantengan las paradas, ya que se han eliminado las centrales del barrio y los usuarios se ven obligados a desplazarse hasta los apeaderos de las calles perimetrales. En Arantzabela, por ejemplo, ha desaparecido la que estaba junto a la ikastola que lleva el mismo nombre. En el barrio contiguo de Aranbizkarra las paradas de las calles Burgos, Madrid, Obispo Ballester y Valladolid han pasado también a la historia. Precisamente eran apeaderos «muy frecuentados» al hallarse cerca del centro de salud o de la ikastola Aranbizkarra, según explica Guillermo Perea en representación de la asociación Zazpigarren Alaba.

Por su parte, la primera fase del Plan de Movilidad contempla que la nueva red de autobuses contará con 256 paradas; 112 de éstas coinciden con la red actual y 144 serán trasladadas. En dicho documento también se aprecia un apartado en el que se hace hincapié en la participación ciudadana. Sin embargo, las asociaciones de vecinos creen que los concejales «no están haciendo lo suficiente».

Zazpigarren Alaba, que trabaja en los barrios de Aranbide, Arantzabela y Aranbizkarra, consiguió el 7 de julio reunirse con Joaquín Esteban, concejal de Vía Pública y del Plan de Movilidad, en una asamblea del barrio a la que asistieron más de una centenar de vecinos. Esteban dio a los vecinos su palabra de que estudiaría la petición concreta de las paradas no previstas en el Plan y que les haría llegar su contestación. Por el momento, el concejal de Vía Pública no ha respondido. Por esa misma razón, Zazpigarren Alaba ha vuelto a instarle públicamente para que «cumpla su palabra y responda afirmativamente a unas peticiones lógicas».

De 0,20 a 0,90

Los comerciantes también se están sumando su rechazo al Plan de Movilidad impulsado por el Ayuntamiento de la capital alavesa. Así, profesionales de Judimendi, Arantzabela, Aranbide y Aranbizkarra se oponen casi por unanimidad al pago de la OTA y a la subida del impuesto a los comerciantes y vecindario. Las asociaciones vecinales Zazpigarren Alaba y Judimendikoak han registrado cientos de firmas y la recogida de rúbricas se repetirá durante este mes de setiembre.

Con ello, reforzarán la exigencia para que el Ayuntamiento de Gasteiz «active a la mayor brevedad posible los aparcamientos subterráneos comprometidos con los barrios», lo que va parejo al mantenimiento de las paradas de autobús urbano y a la ejecución de bidegorris como alternativa o como complemento al tráfico motor.

A partir de octubre, cuando está previsto que la nueva red de autobuses urbanos entre en funcionamiento, los aparcamientos que cuenten con rayas azules triplicarán sus tarifas y se ampliarán este tipo de estacionamientos. Así, aparcar 30 minutos en zona OTA pasará de costar de 0,25 a 0,90 euros. En el doble de tiempo la tarifa pasará de 0,55 a 1,60 y a partir de la hora y media de aparcamiento el coste será de 2,40 euros.

Por todas estas razones, los vecinos opinan que la Corporación no puede eludir el pronunciamiento de la ciudadanía y exigen a los grupos políticos «que no están de acuerdo con este trágala que se opongan a este atropello». Así, consideran «deprimente» que concejales de otros grupos aparte del PSE se desentiendan de estas asambleas. Así que no sólo es el Ayuntamiento de Gasteiz el que tiene asignaturas pendientes ante esta Semana de la Movilidad.

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