El presidente estadounidense, Barack Obama, insistió ayer en la necesidad de adoptar rápidamente su reforma del sistema de salud. «Hemos tenido un largo e importante debate. Pero ahora ha llegado el tiempo de actuar», destacó en su discurso radiofónico semanal.

«Cada día que esperamos significa que un número mayor de americanos van a perder su cobertura sanitaria, sus empresas, sus casas y también los sueños por los que han trabajado y la tranquilidad de espíritu que merecen. Es por ellos por los que debemos triunfar», proclamó.

En este sentido, recordó que un informe del Departamento del Tesoro prevé que la mitad de los estadounidenses menores de 65 años perderán su cobertura sanitaria en un momento u otro en los próximos diez años si no se interviene. Unos 47 millones, el 15% de la población, carece actualmente de cobertura.

Los republicanos se oponen a que la reforma establezca un sistema público de seguro médico que cubra a quienes no tienen ninguno y critican que pueda costar 900.000 millones de dólares [616.000 millones de euros] en diez años.