No se puede tomar como malo el empate y el primer punto de la temporada cosechado por el Real Unión ante el Cartagena, pero sí agridulce teniendo en cuenta, una vez más, el buen juego desplegado por los jugadores unionistas durante prácticamente todo el encuentro.

Es verdad que hacerse a la Segunda División está siendo un poco complicado para los irundarras. Nueva categoría, otro nivel, otra manera de jugar y afrontar los partidos, y los resultados no son los que a uno le gustase. Sin embargo, los de Iñaki Alonso no han perdido el estilo de juego que les ha llevado a Segunda A, y eso es digno de mención.

Las palabras transmitidas por el técnico a lo largo de la semana se vieron reflejadas en el terreno de juego. Y es que, mantener el buen juego, marcar el ritmo del partido y demostrar la tranquilidad de los dos partidos anteriores eran varios de los aspectos esenciales que los jugadores locales tenían que tener en mente. Y eso se cumplió.

Además, se nota que los blanquinegros mantienen prácticamente el mismo bloque de la temporada pasada. Los jugadores se conocen a la perfección y las nuevas incorporaciones se han acoplado perfectamente. Asimismo, el buen trabajo de la pretemporada es más que notable. Al Unión se le ve un equipo compacto dentro del terreno de juego, presionando arriba y mostrándose muy solidario a la hora de defender.

Cambio acertado

Pero, a pesar de ese buen trabajo, el partido se torció al cuarto de hora con un penalti claro señalado a Descarga. La pena máxima fue transformada por el ex jugador del Valladolid Víctor. A pesar de este traspiés, el Unión supo levantar la cabeza.

Si al equipo guipuzcoano le faltaba el gol en los partidos anteriores, Alonso dio confianza desde el comienzo a Gorka Brit, un jugador con muy buen olfato dentro del área. A pesar de realizar un buen partido, inspirado en el uno contra uno -jugó en banda izquierda alternando con la delantera-, no fue él quien marcó el primer gol liguero unionista. En el minuto 20, Goikoetxea aprovechó un balón a placer desde fuera del área para marcar un golazo y hacer levantar a la fría grada, que había enmudecido tras el gol visitante.

El segundo tiempo fue para el Real Unión, aunque los dos equipos dispusieron de ocasiones al final del choque.

Está claro que la línea está marcada y que éste debe ser el camino a seguir para lograr la primera victoria liguera. La ansiedad no debe pasar factura, porque, como se suele decir, el trabajo bien realizado siempre tiene su recompensa.