Mikel San Martin Iruñea
En San Fermin Txiki, los vecinos protagonistas
Ya falta menos para que comiencen las fiestas de San Fermin Txiki y, como siempre, todo el barrio esta volcado para organizar estas fiestas que todos sentimos como nuestras. Es precisamente el carácter popular y participativo de todas las actividades lo que hace que año tras año tengan mas éxito y la participación sea mayor.
Pero ya desde hace años, el ayuntamiento viene queriendo acabar con unas fiestas que por haber sido organizadas por las y los vecinos se le escapan de su control y, en vez de colaborar para que las fiestas sean mejores, pone todas las trabas posibles.
El año pasado dio un paso más en su propósito e impuso una serie de actividades sin contar para nada con las y los vecinos. Esto no habría sido mas que una muestra más del comportamiento autoritario del Ayuntamiento de no ser porque con sus actividades impuestas lo único que pretendía era suplantar las actividades propuestas por los vecinos. Es curioso que realizara la mayoría de sus actividades en el Redín, lugar donde se pretendía instalar la carpa que acoge los actos más multitudinarios y de donde se saca parte del dinero para financiar las actividades festivas. La respuesta a este ataque por parte de las y los vecinos dejó claro su apoyo al modelo de fiestas populares que se viene realizando y el rechazo al modelo de fiestas a base de talonario promovido por el Ayuntamiento.
Este año parece que el Ayuntamiento sigue en las mismas y el otro día presentó un programa pobrísimo y lleno de suplantaciones del programa vecinal. Una de las actividades que propone el Ayuntamiento es el encierro txiki, pero en vez de ser los chavales del barrio los que como siempre saquen a los toricos, será una empresa de fuera que pagaremos entre todos. Esto es sólo una muestra de la actitud del Ayuntamiento. Son capaces de cargarse todo el trabajo de los vecinos con tal de tener todo bajo su control. Visto lo visto, me parece muy difícil, pero me gustaría que el Ayuntamiento reculase y este año pudiéramos tener las fiestas de siempre con la Comisión de Fiestas organizándolas y con los vecinos como protagonistas. De no ser así, tendremos que salir a la calle, pero para protestar ante el nuevo ataque a las fiestas de barrio.