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Austria Viena, del asedio nazi al manto protector de un billonario

Fundado el 12 de marzo de 1911 por unos oficiales judíos, es de los principales clubes de Austria. En su historia destacan dos hitos: la muerte de muchas de sus estrellas en la ocupación nazi y la compra por un magnate que ha cimentado su fortuna en las carreras de caballos.

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Beñat ZARRABEITIA

Para el público vasco, el Austria de Viena representa al equipo que eliminó contra todo pronóstico a los rojiblancos en la UEFA de 2005. La historia de aquella eliminatoria, con aplazamiento del partido de ida por el hielo, el desplazamiento masivo de hinchas del Athletic a Viena, la salida nocturna de dos jugadores la víspera del encuentro de vuelta, el lamentable comportamiento de los ultras austríacos o las declaraciones de Lamikiz tras quedar fuera hicieron correr ríos de tinta. Sin embargo, en su país, el conjunto vienés representa mucho más.

Creado en 1911, el equipo morado sumó su primer título en 1924. Fue el inicio de una época gloriosa, ya que durante la década de los treinta el Austria de Viena se impuso en dos ediciones de la Mitropa Cup. Una competición a la que se considera el embrión de la actual UEFA Europa League en la que participaron clubes de Austria. Checoslovaquia, Hungría, Yugoslavia, Italia, Suiza y Rumanía. Una trayectoria que quedó rota con la ocupación nazi de Austria.

La gran mayoría de jugadores y directivos del equipo eran ju- díos, hecho por el que fueron ejecutados. En otros casos, como el de Matthias Sindelaar, la gran estrella del equipo, su fallecimiento aún no ha sido aclarado. La versión oficial asegura que murió el 23 de enero de 1939 en su domicilio como consecuencia de una intoxicación con monóxido de carbono.

Tras el final de la II Guerra Mundial, el conjunto vienés se recuperó hasta convertirse el más poderoso de su país. Ejemplo de ello son los 17 títulos ligueros que conquistó entre 1960 y 1993. Su época más gloriosa se sitúa entre 1976 y 1986, período en el que se alzó con ocho entorchados. Herbert Prohaska, Gasselich, los hermanos Sara o el uruguayo Julio Morales formaban la columna vertebral.

Una final de la antigua Recopa

La mayoría de ellos también eran estrellas de la mejor selección austríaca de la historia, la que entrenada por Helmut Senekowitsch -que luego se sentó en el banquillo del Athletic- completó una gran participación en el Mundial de Argentina en 1978. Ese mismo año, el Austria de Viena alcanzó su mayor hito internacional reciente al disputar la final de la Recopa ante el Anderlecht. La suerte no acompañó a los austriacos, que cayeron por 4-0.

El equipo que entonces dirigía Hermann Stessi estuvo cerca de reeditar su éxito, pero perdieron la semifinal de la UEFA de 1979 ante el Malmoe sueco y la de la Recopa de 1982 ante el Real Madrid.

En los ochenta, Toni Polster fue la figura más conocida del equipo. El delantero consiguió ser el máximo realizador del panorama europeo defendiendo los colores del equipo morado en 1987. Polster se marchó en 1989 para desarrollar su carrera en equipos como Sevilla, Logroñés o Rayo Vallecano, pero el equipo no lo notó en exceso y enlazó un triplete al inicio de los noventa.

Respaldo económico y futuro

En 1999 llegó otro momento clave de la historia de este club. El multimillonario Frank Stonach, presidente de Magna Group -una empresa dedicada al entretenimiento, principalmente a las carreras de caballos- compró el club.

Su intento por destacar en Europa tuvo su momento más álgido en 2005, cuando además de eliminar al Athletic dejó en la cuneta al Zaragoza para caer en cuartos ante el Parma. Futbolistas como el portero Didulica, Afolabi, Janocko, Vachousek, Rushfeldt -que también se ha enfrentado a los rojiblancos con los colores del Rosemborg y Tromsoe- o Sionko formaron aquel equipo. De aquella plantilla, únicamente el meta húngaro Safar continúa en el equipo austriaco. El esloveno Acimovic, ex de los Spurs, es el futbolista más conocido. Las promesas nacionales Okotie, Dragovic, Junuzovic, Baumgartlinger, Ochteler o el internacional Standfest forman la base de un equipo en el que también militan el polaco Jacek Bak o el senegalés Diabang.

La estrella, ausente

El delantero Rubin Okotie es su gran esperanza, aunque será baja en San Mamés. Un futbolista con una curiosa historia personal. Hijo de padre nigeriano y madre austríaca, nació en la ciudad paquistaní de Karachi y pasó su infancia en Barcelona. En su momento pudo elegir entre tres selecciones, pero optó por Austria. «Vivo aquí, todos mis amigos están aquí y, además, me siento austriaco».

Es uno de los jugadores con más proyección del fútbol de su país. Junto a Erwin Hoffer o Sebastian Prodl formó parte de la selección que alcanzó las semifinales del Mundial de juvenil de 2007 y que supone la gran esperanza de futuro para los aficionados. Sus números en el Austria de Viena, con 17 tantos en 53 choques, le avalan.

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