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Esta aberración moral debe acabar algún día

Joseba ITURRIA

La viabilidad de la Real pasa porque dos instituciones públicas -las que mientras no pagaba lo que debía le han dado más de 25 millones de euros en los últimos siete años- aparquen otros 26, ó 30, a los que asciende su deuda porque si no debería disolverse. Y el mismo día en que se conoce esto, un diario quiere presionar al ejecutivo de López para que, si decide poner 55 millones de los 200 que costaría el nuevo San Mamés, ponga también el dinero necesario para eliminar las pistas de Anoeta, estadio construido con dinero público hace sólo 16 años que se debería demoler en buena parte para convertirlo en campo de fútbol. La sociedad vive una crisis terrible, con un porvenir muy preocupante y muchas familias en el umbral de la pobreza y se destinan y aparcan decenas de millones a clubes de fútbol profesionales. Y las televisiones públicas, incluida ETB dentro del giro de su nueva dirección para ir de la mano de TVE, pagan el dineral que no pueden asumir las privadas por dar partidos de Champions. Esto es una aberración moral. Y la sociedad debería exigir que se acabe con ella. La vasca y la española. No puede ser que mientras no hay dinero para las necesidades sociales y para atender a los parados, y los trabajadores y las empresas normales deben declarar hasta el último ingreso y asumen una mayor carga fiscal, se permita a los clubes de fútbol realizar macroproyectos y se les financie al mismo tiempo que no pagan a Hacienda, abonan buena parte de las altas fichas de sus futbolistas en dinero negro o en contratos de imagen para evitar impuestos. Y lo hacen porque, a diferencia de cualquier empresa o particular, saben que ningún político va a embargar sus cuentas ni cerrar un club de fútbol porque su sociedad no se lo permitiría. Es esa sociedad la que en estos momentos de crisis debería exigir que ningún euro público más se destine al fútbol profesional, ni que se paguen macrocampos de fútbol innecesarios o tengan un trato fiscal distinto al de cualquier empresa. Ni la Real ni el Athletic ni ningún club de la Liga española.

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