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Alcaldes y ediles de Lizarraldea rechazan la «autopista eléctrica»

Más de 250 vecinos de Lizarraldea se manifestaron ayer en Iruñea para mostrar su rechazo a la línea de 400 Kv que Red Eléctrica Española pretende instalar entre Castejón y Gasteiz. En el acto participaron un centenar de alcaldes y concejales de la zona afectada, quienes entregaron un manifiesto contra este proyecto en la Delegación del Gobierno español.

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Iñaki VIGOR

La plataforma «No a la línea de alta tensión Gasteiz-Castejón» ha venido realizando movilizaciones en los pueblos y valles afectados por este proyecto desde su creación, hace casi año y medio, pero el de ayer fue el primer acto de protesta en la capital navarra. Más de 250 vecinos de numerosos pueblos de Lizarraldea se concentraron a las 12.00 en la Plaza del Castillo para dejar patente su malestar por dicho proyecto y exigir su paralización a la empresa y a las instituciones implicadas.

Los participantes en el acto desplegaron dos grandes pancartas con los lemas «No a la línea de alta tensión. Autopista elektrikorik ez» y «Mi salud no tiene precio. Pueblos vivos». Junto a ellas, un nutrido grupo de vecinos de Deikaztelu y Aberin desplegaron otras dos pancartas con lemas similares, reflejados también en las camisetas que portaban numerosas personas.

Los participantes en la protesta permanecieron en silencio durante media hora en la Plaza del Castillo. Al término de la concentración, Sergio Marquínez, concejal de Espronceda, explicó en nombre de todos los cargos electos de la comarca contrarios a esta línea de alta tensión que el motivo de la movilización era mostrar la «preocupación» vecinal por dicho proyecto.

«Red Eléctrica Española quiere unir Gasteiz y Castejón por medio de una autopista eléctrica de alto voltaje, una línea de 400.000 watios que atravesará valles y montes y que cruzará por encima de nuestras cabezas», advirtió.

Afecciones negativas

También dejó claro que las pretensiones de esta empresa son «meramente económicas», y denunció el «discurso de tranquilidad» que está intentando transmitir al vecindario.

«Dicen que es para el bien común, que no causará problemas, que todos podremos aprovecharnos de esa energía para mejorar nuestra tierra y nuestro futuro. Pero no permitiremos que nos vendan su burra -afirmó Marquínez-. No necesitamos más energía que la que tenemos ni queremos más de la que necesitamos».

El masivo rechazo vecinal a este proyecto se debe, según explicó este concejal de Espronceda, a que tendría afecciones negativas en la salud, en el paisaje, «que se vería alterado por megatorres», y en el medio natural, «ya que nuestros montes serían agredidos de forma salvaje y la flora y la fauna sufrirían daños irreparables».

«No queremos que nuestra salud se vea afectada. Queremos dejar a nuestros hijos un futuro esperanzador. No podemos permitir -añadió este concejal- que la línea de alta tensión que han proyectado hipoteque la vida de nuestras gentes por generaciones enteras».

Emplazamiento a los políticos

Aprovechando su desplazamiento a la capital navarra, los vecinos de Lizarraldea emplazaron a los políticos a que les escuchen, les apoyen y les defiendan frente a «macroproyectos de grandes empresas que sólamente buscan enriquecerse a nuestra costa».

El silencio de la concentración se rompió a las 12.30 con gritos en contra de la línea de alta tensión, en euskara y castellano.

Cabe recordar que una parte de esta línea ya ha sido construida. Se trata en concreto del tramo que va desde la central térmica de Castejón hasta Muru Artederreta, siguiendo precisamente junto al trazado del futuro TAV. El tramo que falta por instalar es el que va hasta Gasteiz, atravesando gran parte de Lizarraldea y la comarca alavesa de Mendialdea.

Impacto en la salud

Los cargos electos y vecinos de la zona afectada por la línea de alta tensión rechazan este proyecto por entender que afectaría a su salud y que tendría un gran impacto paisajístico y medioambiental.

relación con el TAV

La plataforma vecinal contra el proyecto sospecha que esta nueva línea está relacionada con el TAV. «No necesitamos más energía que la que tenemos ni queremos más de la que necesitamos», afirma.

«Se aprovechan de que aquí somos muy pocos habitantes»

«Red Eléctrica Española se aprovecha de que en estos pueblos vivimos muy pocas personas para intentar trazar por aquí esta línea de alta tensión. Además, es evidente que esta instalación no es para abastecer a esta zona. Nosotros sospechamos que sería para el Tren de Alta Velocidad, que consume como una población de 25.000 habitantes», manifestó durante la concentración de ayer una vecina de Sansol que forma parte de la plataforma contra este proyecto.

Con las únicas excepciones de Lizarra, Urantzia y Viana, cuyos ayuntamientos no han aprobado la moción de rechazo al proyecto, todos los demás pueblos se han opuesto de forma tajante a la que denominan «autopista eléctrica», por considerar que para esta zona rural supondría «destrucción y muerte».

Tras la concentración de ayer en la Plaza del Castillo, los participantes se manifestaron hasta la Delegación del Gobierno español para entregar un manifiesto en el que solicitan a las instituciones implicadas que se pronuncien en contra de este proyecto y sus alternativas. El manifiesto está firmado por 36 alcaldes y varias decenas de concejales de pueblos afectados en Nafarroa, así como por presidentes de las juntas de una veintena de pueblos situados en territorio alavés que también se verían afectados por esta línea eléctrica.

«En Araba están todos los ayuntamientos en contra de este proyecto. Allí está habiendo mucha más oposición que en Nafarroa, y hasta la Diputación está en contra», informó Laura Markinez, vecina de Espronceda. Al mismo tiempo, lamentó que UPN y PSN apoyen este proyecto, y criticó el hecho de que los representantes de la plataforma aún no hayan sido recibidos en la Comisión de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno, cuya reunión solicitaron hace un mes. I. V.

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