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ZINEMALDIA

«Keshtzar haye sepid» Llanto por una teocracia

Mikel INSAUSTI

El cine iraní lleva años repitiéndose a sí mismo y es más que probable que no cambie de orientación mientras la situación en el país siga siendo la que es. Funciona a fuerza de alegorías para burlar la censura del régimen y, en consecuencia, se impone el uso y abuso del lenguaje poético. Muchas veces responde a una forma de expresión que, desde el punto de vista cinematográfico, se presenta como insuficiente de puro minimalista. “Keshtzar haye sepid” lleva tal dinámica de la economía narrativa a extremos de desoladora austeridad, al punto de que el paisaje yermo devora a los seres humanos que lo habitan. El mar y la tierra se confunden en una misma línea del horizonte y los personajes solitarios se pierden en ella sin dejar rastro, porque tal vez sólo existan en la mente del viajero que protagoniza esta película fantasma. Un hombre que es testigo directo del sufrimiento de un pueblo que asiste como un coro griego a rituales de muerte, con lapidaciones y la constante persecución del pensamiento, representada por un pintor que osa poner al mar otro color distinto del azul.

Una vez más, la idea argumental de partida es un breve cuento que apenas da para un cortometraje, pero que es alargado mediante reiterativos esquemas de secuencias que se repiten, una tras otra, como un calco. Se resume simplemente en que las lágrimas de unos isleños son recogidas en frascos por un recolector que finalmente las arroja al mar. No hay más, tal vez una sentencia de una sabia anciana que afirma que son la penas  las que impiden que el agua marina sea dulce, y por fácil deducción las lágrimas que van a parar a él. Al igual que su compatriota Bahman Ghobadi en “Media luna”, Mohammad Rasoulof trata de poner en escena una suerte de reinvención antropológica, pero sin la emoción visual y el vivo colorido del maestro Pasolini. En su anterior “La isla de hierro” conseguía un simbolismo más poderoso, gracias a la lectura política concentrada en un único escenario: un barco bajo control totalitario.

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