Ante el comienzo del nuevo curso de la Ikastola Bernart Etxepare en Buztintxuri (Iruñerria), un grupo de padres y madres de la misma barajamos la posibilidad de traer a nuestros hijos e hijas a comer a casa en autobús, ya que el Departamento de Educación no contemplaba esa posibilidad, aun pudiendo ser más económico.

Para conocer si era viable esta idea, decidimos hacer una reunión convocando a todas aquellas familias que desearan traer a sus hijos e hijas a comer a casa. La mejor forma de hacerlo era a través de la ikastola, como siempre habíamos hecho, mediante una nota informativa que los niños y niñas entregarían en casa. Buscar otra forma de llegar a todas las familias es complicado, ya que hay diez autobuses que salen de diferentes lugares a las mismas horas.

Llevamos la nota a la ikastola, convocando a una reunión para que se la entregasen a los niños y niñas, y nos llama la directora para decirnos que no entregáramos la nota, que como padres y madres no tenemos derecho a ello, que lo podemos hacer a través de la APYMA. Nos ponemos en contacto con la APYMA y lo hacemos a través de ella; sin embargo, la directora del centro también se niega a repartir la nota. La imposibilidad de comunicarnos mediante notas internas nos obliga a tener que hacerlo a través de la prensa, para que todos aquellos padres y madres que tengan interés en este tema se pongan en contacto con nosotros y nosotras.

Ante esta actitud, queremos saber: ¿Es algún delito que los padres y madres queramos organizarnos durante el horario no lectivo (convocar una reunión) para que nuestros hijos e hijas vengan a comer a casa? ¿O el problema de fondo es que en esta ikastola no se pueden plantear nada que se salga de las directrices que ha marcado el Departamento de Educación, a pesar de que los padres y madres creamos que es beneficioso para nuestros hijos e hijas?