Aralar concluirá hoy su IV Congreso, que se celebra en Iruñea, y en el que hace una apuesta decida por su «fortalecimiento como partido», aunque el aspecto que más interés haya centrado en las vísperas sea su política de alianzas con otras formaciones (con PNV, EA y Batzarre en Nafarroa, con AB en Ipar Euskal Herria y con ERC y BNG en el ámbito estatal).

La ponencia que se debatió ayer considera «primordial asegurar la presencia de Aralar en las calles y rincones de Euskal Herria, en los ayuntamientos y demás instituciones». El partido afirma que se ha convertido en un referente en varios terrenos, como, por ejemplo, «la apuesta por la creación de la izquierda abertzale plural y amplia», «la exclusividad y primacía de la acción política» o «el respeto a los ámbitos de decisión políticos consolidados y con diferente correlación de fuerzas: Navarra, CAV e Ipar Euskal Herria».

Aralar aspira a competir con la izquierda abertzale. Así, en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa destaca que «Aralar ha hecho posible creer en una alternativa de la izquierda abertzale, sin estar subordinado a la vanguardia de ETA y sin esperar a que ETA tome la decisión que hace tiempo debería haber tomado». Y en Nafarroa, pese a que los últimos resultados de las elecciones europeas la lista de II-SP superó con creces a la de EA-Aralar, el partido que lidera Patxi Zabaleta realiza el siguiente análisis: «Batasuna-ANV sigue teniendo su presencia en Navarra. Es difícil cuantificar su capacidad o respaldo real dada la difícil e injusta situación con la que tienen que trabajar diariamente».

Ordago a Nafarroa Bai

En cuanto a la política de alianzas, Aralar ha lanzado un claro órdago a sus socios de Nafarroa Bai, después de que en los últimos meses se sucedan las tensiones y de que permanezca en vía muerta la iniciativa de Aralar para fomentar la cohesión organizativa de la fórmula. Pese a que Zabaleta haya dejado claro que el futuro de la coalición no está en cuestión, la ponencia se queja de que «una coalición como la actual NaBai limita el trabajo de Aralar como partido y nos obliga a renunciar a partes importantes de nuestro ideario o propuestas políticas, algo poco conveniente». Por ello, exige «una clarificación interna».

Con todo, alguna de las enmiendas abogaba por endurecer aún más estas alusiones. El parlamentario Patxi Telletxea, por ejemplo, planteó introducir esta acusación: «El resto de las formaciones de Nafarroa Bai (EA-Batzarre-PNV) no muestran un verdadero compromiso para impulsar la coalición (...) Utilizan la marca de Nafarroa Bai para obtener el protagonismo político que de otra manera no tendrían. Para ellos eso es Nafarroa Bai, nada más, y por eso no quieren que se produzcan avances en su estructuración».

En el resto de territorios, Aralar apuesta por fórmulas muy diversas. Así, en la CAV aboga por avanzar en solitario «mirando al frente», en Ipar Euskal Herria ratifica su apuesta por seguir con AB -que a su vez acaba de hacer pública su preferencia por la plataforma Europa Ecologie-, y en el ámbito estatal escoge a ERC y BNG.

«Me tendréis que aguantar»

La nueva dirección se presentará hoy, y tendrá de nuevo a Patxi Zabaleta, fundador y coordinador general desde 2001, como máximo líder. Su reelección era un secreto a voces, pero Zabaleta decidió esperar a la cita congresual para confirmarlo, y lo hizo con esta expresión: «Perdón por lo que me habéis tenido que aguantar estos tres años, pero vais a tener que aguantarme más».

En su exposición, el político leitzarra incidió en las tesis habituales de Aralar. «Si queremos que Euskal Herria sea reconocida hay que hacerlo por la vías políticas, exclusivamente por las vías políticas», indicó a sus compañeros de filas.

Igualmente se dirigió a ETA, a quien pidió que desaparezca «para siempre» de forma «unilateral y sin condiciones». La ponencia defiende por un lado que la resolución al conflicto deberá alcanzarse sin que ninguna de las partes sea señalada como derrotada, pero al mismo tiempo pone el acento en la «deslegitimación de la violencia» y carga las tintas contra ETA: «El ciclo de violencia ha terminado en nuestro pueblo. Le debe la paz a la sociedad vasca».