Andamos revisando fotos antiguas. Hoy, una foto es antigua en el preciso instante en que es tomada. Tanto que al segundo posterior de ser hecha puede ser destruida. No ha existido un momento de la humanidad en la que se tengan tantos documentos gráficos tomados de la realidad que escondan tanto la verdad de esa realidad. Es impresionante ver la cantidad de cámaras que existen y se utilizan de manera convulsiva en cualquier ámbito público o privado. Por lo tanto, una foto es una foto. Y si uno posa para que le hagan una foto y repite pa-ta-ta para que el rictus de tu cara sea más fotogénico, lo lógico es que esa instantánea acabe en los correos electrónicos de la cuadrilla, en el audiovisual de la boda o en la carpeta de fotos varias de unos cuantos ordenadores.

Por lo tanto el polémico asunto de la foto de las hijas de Rodríguez Zapatero debemos inscribirlo en una sorpresa mayúscula de índole estética. El vestuario de las hijas no se corresponde con la idea que se tiene de unas jovencitas que corretean jugando con sus perros entre agentes de seguridad por los alegres jardines de La Moncloa. Las niñas parecen haber elegido el color negro profundo como una especie de rebeldía y de castigo a la futilidad de algunas decisiones de papá. A papá ZP, le encanta la foto. Ya ha llegado al techo de su carrera política: fotografiarse con su magnífica esposa y sus hijas junto a Obama y su estupenda señora. Posó encantado, feliz, absolutamente convencido. Pero una vez vista la foto, ha comprendido que sus hijas lanzan un mensaje estético muy contundente. Y ahí es cuando le sale el demonio e intenta que la foto no se propague más, para que nadie sepa qué está pasando en su casa, con sus adorables hijas.

El resto es politiqueo barato. Pedir respeto para sus hijas es un sarcasmo. Él las colocó en las fotos, las metió en el viaje oficial, gratis total, y las paseó por los lugares donde hacer una foto cuesta dinero, mucho dinero a todos los contribuyentes y después se exhiben sin reparos. Por su vestuario ellas estarían más a gusto viendo un concierto de Marilyn Manson. Una vez más Belén Esteban está creando escuela. ZP la mete de ministra de Cultura en breve.