Ocultan el estado de salud de Belén González Peñalva tras ser hospitalizada
Los familiares de la presa política vasca Belén González Peñalva desconocen el estado de salud en el que se encuentra, al haberles sido impedido contactar con ella tras ser hospitalizada por un derrame pleural.GARA |
La prisionera política vasca Belén González Peñalva habría sido ingresada en el hospital de Pontevedra el pasado jueves por un derrame pleural. Sin embargo, tres días después la familia sigue sin poder contactar con ella para conocer el estado de salud en el que se encuentra, según han denunciado a GARA.
Los responsables de la unidad policial que le custodia alegan que González Peñalva está en régimen de incomunicación en el hospital, si bien desde instancias judiciales y penitenciarias han señalado que no se ha modificado la situación en la que se encuentra en prisión.
La familia de la presa vasca está muy preocupada por la falta de información e imposibilidad de comunicarse con ella. Según explicaron, no han podido hablar con González Peñalva desde que el pasado martes 22 de setiembre fue trasladada de la prisión de A Lama al hospital para realizarle un examen medico, que en principio debía de ser rutinario.
La mañana del jueves día 24, sin embargo, el compañero de la presa recibió una llamada de la asistenta social del centro penitenciario A Lama, informándole de que González Peñalva había sido ingresada en el Hospital Provincial de Pontevedra. Esta persona le facilitó un número de teléfono para contactar con responsables del centro médico y tras varias gestiones consiguieron conocer que se encontraba ingresada en el hospital bajo vigilancia y control de la Policía española.
Los familiares lograron contactar con el médico que le atendió y éste les informó que la prisionera vasca había sido aten- dida por un derrame pleural con extracción del líquido alojado. Asimismo, les explicó que debía permanecer ingresada a efectos de realizar pruebas ecográficas y escáner para dilucidar la causa del problema. El posible origen podría ser estomacal o ginecológico, pero les indicó que no podía determinar un diagnóstico claro.
Conculcación de derechos
Durante todo el jueves y el viernes, la familia preguntó a los responsables penitenciarios y sanitarios cuáles eran los procedimientos para poder contactar con González Peñalva, por vía telefónica o visita en el hospital. Desde la cárcel no pusieron inconveniente alguno ya que la presa vasca permanecía en el hospital en el mismo régimen que en la prisión. Desde instancias judiciales también corroboraron que no se había modificado el régimen de la presa y que sus derechos y deberes eran los mismos que tiene en prisión.
Sin embargo, en el hospital de Pontevedra les respondieron que González Peñalva estaría en régimen de incomunicación total, no pudiendo ni realizar ni recibir llamadas, ni tampoco visitas. La respuesta fue dada a través de la administración hospitalaria, aunque llegó por boca del supervisor de la unidad penitenciaria de la Policía española que la custodia.
Por todo ello, la familia quiso mostrar su preocupación porque no sabe bien a qué atenerse al no conocer de forma directa el estado de salud en el que se encuentra la presa vasca tanto en el aspecto sanitario como humano. Asimismo, denunciaron la conculcación de «un derecho mínimo, como es el de poder comunicar y recibir visitas».
22 DE SETIEMBRE
La presa política vasca es sacada de prisión para realizar un examen médico.
24 DE SETIEMBRE
La familia recibe una llamada informando de que ha sido ingresada en el hospital de Pontevedra. Tras varias gestiones, consiguen saber que ha sido atendida por un «derrame pleural».
25 DE SETIEMBRE
Durante el jueves y el viernes intentan contactar con González Peñalva vía telefónica o mediante visita, pero la Policía española que le custodia les responde que está incomunicada.
26 DE SETIEMBRE
Siguen sin conocer el estado en el que se encuentra.