La Unión Europea mostró ayer su satisfacción por el regreso de los embajadores de los Veintisiete a Honduras, pero recalcó que esta decisión «no implica un reconocimiento» al Gobierno golpista del país.

En una declaración distribuida por la Presidencia sueca de turno, la UE señaló que el reenvío de los diplomáticos comunitarios a Tegucigalpa es «un paso importante para apoyar las negociaciones en marcha para restaurar el orden constitucional y el proceso democrático en Honduras».

Avanzar en el diálogo

La medida se produjo en respuesta a una petición del Gobierno consitucional hondureño que, tras la entrada de Zelaya en el país, apeló al apoyo de los diplomáticos internacionales para hacer avanzar el diálogo sobre el terreno.

La Unión Europea y la Organización de Estados Americanos (OEA) acordaron esta semana durante una reunión en Nueva York la vuelta de sus embajadores a la capital hondureña, ciudad que habían abandonado tras el golpe de Estado que derrocó al presidente legítimo Manuel Zelaya.