Enrique Sanz (Lizarte) estaba llamado a ser uno de los protagonistas de la temporada en la categoría sub 23. Sin embargo, una tendinitis en la rodilla le impidió competir en plenitud hasta el verano. No tardó en destacar y ganó en Uharte la última prueba. Ahora piensa en 2010.

Una tendinitis en la inserción rotuliana de la rodilla derecha ha amargado a Sanz. Afortunadamente, está en una familia de tradición ciclista (su padre fue mecánico durante 23 años en Reynolds y Banesto) y estuvo bien aconsejado y apoyado. Manolo Azcona, su director en el Lizarte, también le transmitió tranquilidad ya que se trataba de un corredor de segundo año.

Todo comenzó muy pronto, tras ser séptimo en la inaugural de Soraluze. «Me resentí de unos problemas de rodilla de días anteriores y tuve que parar diez días. Regresé a la competición y volvieron los dolores y definitivamente paré un mes y medio sin hacer nada».

Lo peor fue «ir de médico en médico» hasta que trataron su dolencia en Centro de Estudios, Investigación y Medicina del Deporte (CEIMD) que dirige el prestigioso fisiólogo Esteban Gorostiaga. «No tenía prisa, aunque se pasa jodido. Poco a poco retomé los entrenamientos», recuerda el de Orkoien. Fueron más de cuatro meses sin competir hasta el 12 de julio.

Con hambre de bicicleta, no perdió el tiempo a mediados de agosto y comenzó a asomar y en septiembre a luchar por las victorias. «Mi único objetivo era demostrar que podía valer y estar adelante. De hecho, he conseguido más puestos entre los diez primeros que toda la temporada pasada.

Seguirá en el Lizarte

Rozó el triunfo en Oñati, tercero, y Bergara, segundo. «Me quedé con las ganas. De todas formas, no estaba decepcionado, sólo quería estar delante». Quedaba la última oportunidad en Uharte y no la desaprovechó. Por encima de todo, destaca la labor de sus compañeros de equipo Escribano e Iriarte. «Gracias al equipo y a Iriarte en los últimos kilómetros pude ganar», destaca.

Lógicamente, se ha quedado con las ganas de correr más, pero el calendario se ha acabado y tendrá que esperar a 2010. Salvo sorpresa, seguirá con Azcona en el Lizarte y espera dar un salto de calidad ya que llevará «una preparación más detallada y profesional» en el CEIMD.

En el ambiente ciclista se apunta a la posibilidad de que pase al nuevo Caja Rural continental, pero antes quiere demostrar. «Algo se ha hablado, pero no me planteo pasar a profesionales, ni siquiera a un equipo pequeño sin dar un golpe en la mesa y tener un palmarés». Se refiere a que es sobrino de Eusebio Unzúe, manager del Caisse d'Epargne. »Quizá es más un lastre y prefiero pasar en condiciones», concluye.