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Roberto Cearsolo acepta la pena de tres años y medio de prisión por el desfalco del Guggenheim

Roberto Cearsolo aceptó el martes la petición de la Fiscalía y de la acusación particular al asumir una pena de cárcel de 42 meses, así como una sanción económica de 2.556 euros.
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GARA | BILBO

El que fuera director financiero del Museo Guggenheim Roberto Cearsolo, quien confesó haber cometido un desfalco en las cuentas del citado centro de arte moderno, aceptó el martes la petición de pena de tres años y medio de prisión que solicitaron para él la Fiscalía y la acusación particular, lo que podría suponer su ingreso en prisión. Según fuentes jurídicas, el Ministerio Público y la acusación presentaron junto el letrado defensor un escrito de conformidad. Esta decisión no cierra la vía penal, sino que solicita la apertura de vista oral, por lo que la Audiencia de Bizkaia será la que emita sentencia.

Dicho escrito recoge que el patronato del Museo Guggenheim denunció en marzo del año pasado a Cearsolo por supuestas irregularidades financieras y contables, mediante las cuales se habría apropiado de 487.000 euros desde 1998. El ex director financiero reconoció haber cometido un delito de «apropiación indebida», por un lado, además de otros dos de «falsedad en documento mercantil», un paso necesario para desviar a cuentas de su propiedad, o de gente de su entorno, los 556.482,06 euros de las sociedades Tenedora e Inmobiliaria.

Las transferencias se realizaron por operaciones a través de internet, pero además llegó a imitar la firma del apoderado de las sociedades, Juan Ignacio Vidarte, para sacar dinero con cheques y talones. En este punto, Cearsolo reconoció haber imitado la firma de Vidarte para emitir cheques y talones. Sin embargo, mantiene su posición de que no imitó la firma del director de la pinacoteca para obtener las claves de las cuentas, algo que consiguió a través de un responsable de la BBK. Para que todas esas irregularidades no fueran descubiertas, Cearsolo arrancó diversas hojas de los libros de cuentas, siempre según el citado escrito.

En el momento en que se hizo público el desfalco, el propio Cearsolo redactó una carta en la que reconocía haber cometido el desfalco, al tiempo que adjuntaba un cheque de 251.000 euros y prometía devolver el resto en tres meses. Ahora expone que en julio del 2008 devolvió parte de lo robado, en concreto, 437.900 euros y que, por tanto, quedaban por reintegrar unos 120.000 euros.

Como otro de los actos atenuantes, el escrito destaca que Cearsolo acudió ante el juez a confesar dicho desfalco «antes de que se hubieran iniciado las actuaciones judiciales» y añade que las sociedades se reservan la posibilidad de emprender acciones civiles por la cantidad que no se ha devuelto.

Así, las partes entienden que las transferencias a sus cuentas y el «uso fraudulento» de cheques constituyen un «delito continuado de apropiación», así como un delito continuado de «falsedad en documento en mercantil», por los que piden una pena de 21 meses de prisión e inhabilitación para el ejercicio de sufragio pasivo, así como una multa de seis euros al día durante 5 meses y seis días. Entre los dos bloques delictivos son 14 meses y 6 días de multa que, con una cuota diaria de seis euros, se traducen en 2.556 euros.

Asimismo, se recoge que cuando Cearsolo alteró la contabilidad recogida en los libros del museo, cometió otro delito continuado de «falsedad de documento mercantil» y se pide otra multa de 6 euros al día durante 9 meses y otra pena de 21 meses de cárcel.

De esta forma, Cearsolo ha aceptado la imposición de 42 meses de cárcel y, si la Audiencia de Bizkaia acepta el escrito de conformidad y dicta sentencia en base al mismo, podría conllevar su ingreso en prisión.

Fechas

4 de abril de 2008: La dirección descubre el desfalco tras una baja de Cearsolo, lo hacen público el día 16.

13 de mayo de 2008: Cearsolo declara ante el juez.

2 de octubre de 2008: Cearsolo comparece en el Parlamento.

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