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Medio millón de euros contra la solidaridad

Ya advirtió Ares en el Parlamento de Gasteiz, con luz y taquígrafos, que no se iba a «dejar enredar por cuestiones legales» a la hora de retirar las fotos de los prisioneros vascos de los lugares públicos y de reprimir sin miramientos aquellos actos en los que fueran mostradas. Y ha cumplido su palabra. A pesar de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha dejado sentado que la mera exhibición de las fotografías ni puede considerarse exaltación ni ofende a las llamadas víctimas del terrorismo, el consejero de Interior sigue adelante con su particular cruzada iconoclasta y ayer firmó con la Asociación de Municipios Vascos (Eudel) un protocolo de actuación para eliminar de las calles de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa las fotografías de los represaliados vascos, así como carteles, pancartas y pintadas que califican como «enaltecimiento del terrorismo».

Tanto Ares como Jokin Bildarratz, presidente jeltzale de Eudel, pusieron de manifiesto el «acuerdo total» entre ambas instituciones. El consejero destacó la importancia de «sumar esfuerzos», mientras que el alcalde de Tolosa expresó su compromiso para «dar calor a las víctimas del terrorismo». Pero Bildarratz no se quedó ahí. Llegó a asegurar que «el mejor cartel es el cartel que no se imprime y la mejor pancarta aquélla que no se coloca», en un alarde de defensa de la libertad de expresión que no conoce precedentes. Claro que ese empeño por «limpiar» las calles de solidaridad y denuncia no saldrá barato, ni mucho menos, a los bolsillos de los contribuyentes. Costará, sólo para lo que resta de año, medio millón de euros, cantidad que en ejercicios posteriores se incrementará según las necesidades. ¿Quién dijo crisis?

Cabe ahora fijarse en la letra pequeña del acuerdo para conocer cuál será el destino del material retirado y confirmar, en su caso, que no termina en manos de pistoleros como los que, según se puede ver en un vídeo subido a YouTube, hacen blanco en las fotografías de dos presos vascos que colgaban en el Ayuntamiento de Lizartza hasta la toma de posesión de Regina Otaola.

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