Una vez que AENA ya dispone de los censos aportados por los ayuntamientos de Derio, Erandio, Loiu, Sondika y Zamudio, la oficina encargada de gestionar la insonorización de las viviendas incluidas en la denominada huella acústica del aeropuerto de Loiu ha comenzado a enviar a cientos de vecinos los formularios para acogerse al PAA. En este primera remesa son los residentes de las viviendas que soportan de 55 a 65 decibelios los que están recibiendo la documentación; la mayoría se encuentran en Derio y Loiu.

AENA informó de estas actuaciones en el transcurso de la tercera reunión de la Comisión de Seguimiento Ambiental, que se celebró ayer en Bilbo. Tras la recepción de las solicitudes debidamente cumplimentadas por los vecinos y la verificación de la documentación aportada, los técnicos procederán a realizar las mediciones en el interior de los inmuebles que optan a ser insonorizados.

Desde el colectivo Lur Maitea se animó a los afectados a que cumplimenten «lo antes posible» los formularios y los entreguen para que comiencen las obras. Una vez se afronten los trabajos en las viviendas que soportan de 55 a 65 decibelios, se extenderá a aquellas que captan en su interior entre 50 y 60 decibelios por la actividad del aeródromo vizcaino.

Ampliar la huella acústica

Según las estimaciones iniciales del Gobierno español, 1.983 viviendas de Derio, Erandio, Loiu, Sondika y Zamudio, así como un colegio y un centro sanitario de Derio, podrán beneficiarse del Plan. Desde Lur Maitea no se comparten los criterios establecidos por AENA para fijar la extensión de la huella acústica y, por ello, en la reunión de la Comisión de Seguimiento Ambiental insistieron en la necesidad de que se lleven a cabo mediciones «in situ» para calibrar la potencia de los ruidos que se captan en viviendas de Sondika y Loiu; podría haber cientos de nuevos afectados.

A la vista de las sonometrías que obran en poder del organismo ciudadano, nuevas viviendas de estos dos municipios de Txorierri podrían beneficiarse del programa de insonorización. Responsables de AENA aceptaron la demanda de Lur Maitea, de modo que a las mediciones «in situ» que hagan técnicos de la Universidad Politécnica de Madrid, se añadirán los datos aportados por el doctor Miguel Arana, de la UPNA, que serán auditados para determinar el ruido real que soportan.

Esta petición de los ecologistas tiene su origen en que algunas rutas de los aviones han variado y ahora son otras zonas de Txorierri las que sufren la actividad del aeropuerto. De cara a que los datos técnicos que se obtengan sean lo más fiables posibles, los responsables de AENA se han comprometido a que las inspecciones no les sean comunicadas, para que no haya dudas acerca del cambio de rutas o a la disminución de la intensidad del tráfico aéreo en las zonas estudiadas.

Lur Maitea, al igual que el Consistorio de Leioa, quiere que se midan los niveles de ruido en el entorno del campus de la UPV-EHU, lo que se ha prometido que se va a realizar. Se estima que se pueden alcanzar entre los 55 y 65 decibelios.