«La recuperación ha comenzado. Los mercados financieros están curándose», anunció ayer el economista jefe del Fondo Monetario Internacional, Olivier Blanchard, al presentar en Estambul el informe «Perspectivas Económicas Mundiales».

Según sus nuevos cálculos, el mundo se contraerá en 2009 tres décimas menos que lo previsto en julio, hasta el 1,1%, un resultado que refleja el difícil principio de año. Para 2010, el FMI vaticina un crecimiento del 3,1%, seis décimas más que su anterior cálculo.

Pero tras esas cifras se oculta la gran preocupación entre los expertos del organismo, que alertó de que «los números actuales no deberían engañar a los gobiernos y hacerles pensar que la crisis ha concluido». El economista francés instó a los gobiernosa no poner fin a sus programas de estímulo económico de forma prematura. De hecho, el FMI alertó de que las cosas podrían empeorar en cuyo caso, «deberían estar listos para anunciar nuevas iniciativas».

El problema que observa el Fondo es que la recuperación actual se basa en dos factores efímeros: el fuerte gasto público y el aumento de los inventarios. Según Blanchard, los déficit no pueden continuar de forma indefinida, al engordar una deuda que alcanzará el 110% del PIB en los países avanzados para 2014.

Recetas

Para que no se repita la experiencia de 1937 en Estados Unidos, cuando se ahogó el repunte tras el desplome de 1929, el FMI propone que se fortalezca el consumo privado y la inversión, un dificil objetivo, dada la escasez de crédito, la alta capacidad ociosa de las fábricas y el bajo gasto previsto en construcción. Además, los consumidores probablemente querrán ahorrar más, atemorizados por la propia crisis. Por eso añade que Estados Unidos debe exportar más, en lugar de ser el gran importador del mundo, y Asia debe aumentar su consumo y reducir su dependencia de las ventas a los países ricos con una apreciación de sus monedas.

No obstante, el FMI augura como el escenario más probable un ajuste sólo parcial que llevará a una recuperación lenta, especialmente en los países ricos.

EEUU sumará un crecimiento positivo del 1,5% en 2010, tras una contracción del 2,7% este año, al tiempo que la zona euro pasará del 4,2% negativo en 2009 al 0,3% positivo el próximo. Esas tasas harán imposible reducir el desempleo, que en EEUU superará el 10% el próximo año y en el área del euro se acercará al 12%. La crisis se aferrará al Estado español, que llegará al 20% de paro.