El «santutxu» al cielo
«La máquina de pintar nubes»
M. I. | DONOSTIA
El debut conjunto de los actores Aitor Mazo y Patxo Telleria en la dirección cinematográfica tuvo su presentación oficial en el Donostia Zinemaldia, inaugurando la ampliada sección del cine vasco, ahora denominada Zinemira. Hubo muy pocos comentarios críticos o de otra índole en los medios informativos o en los foros de internet, pero ninguno de ellos favorable.
Lo que los autores han pretendido es reflejar el ambiente gris de los barrios industriales de Bilbo en los años del tardofranquismo, desde la metáfora, más o menos poética, de un adolescente que quiere poner color al paisaje a través de la pintura. Ha nacido y crecido en una familia obrera de Santutxu, y, aunque su padre y su hermano mayor poseen dotes artísticas para pintar, él sufre problemas con la vista, ya que es daltónico y miope.
Retrato de una chica
Deberá convencer a su hermano para que le ayude a elaborar un retrato de la chica de la que se ha enamorado, venciendo la resistencia de éste, que se muestra escéptico ante los nulos beneficios que la actividad pictórica ha reportado a su familia, que sigue siendo pobre.
Aitor Mazo y Patxo Telleria han contado con compañeros experimentados de la interpretación para completar el extenso reparto coral, sin poder evitar que el conjunto se resienta por el riesgo que conlleva dirigir a actores primerizos en los papeles principales, que son al fin y al cabo de los que depende el desarrollo sentimental de esta historia de corte nostálgico.
El escritor de la novela en la que se basa la película, Anjel Lertxundi, no tenía intención de intervenir en el guión porque se sentía demasiado cercano, pero finalmente se sumó y ayudó a que las partes nuevas tuvieran color.