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Segundo secuestro de un atunero vasco en aguas somalíes

El «Alakrana», con 36 tripulantes y base en Bermeo, apresado por piratas

El «Alakrana», con 36 tripulantes a bordo, fue secuestrado en la madrugada de ayer por un esquife pirata cuando faenaba cerca de la costa somalí y fuera del perímetro de la operación de seguridad dispuesta en la zona. La noticia no causó sorpresa pero sí enfado en Bermeo, base del atunero, porque los arrantzales llevan años quejándose de falta de seguridad en aguas del Índico. El mismo «Alakrana» ya fue objeto de un intento de secuestro hace un mes.

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Nerea GOTI | BERMEO

Hacia las 5.30 de la madrugada de ayer fueron dos aviones luxemburgueses del operativo de seguridad en la zona los que confirmaron el secuestro del «Alakrana» a manos de piratas en aguas internacionales del Índico, tras constatar la presencia de personas armadas a bordo del buque.

El atunero, con base en el puerto de Bermeo y 36 tripulantes a bordo, no había enviado ninguna señal pidiendo auxilio, pero el protocolo de emergencia se puso en marcha cuando el «Alakrana» no respondió a los dispositivos de seguridad contemplados en el operativo conocido como Atalanta, según informó la consejera de Agricultura y Pesca del Ejecutivo de Lakua, Pilar Unzalu.

El Gobierno español señaló que el pesquero se encontraba fuera del perímetro de seguridad y precisó que faenaba a unas 800 millas de la zona de operaciones del dispositivo Atalanta y a unas 400 millas de las costas de Somalia cuando fue apresado. El «Alakrana» ya fue objeto de un intento de secuestro el pasado 4 de setiembre, del que consiguió escapar.

Según informó la compañía, la tripulación está compuesta por 36 arrantzales, ocho de los cuales son vascos. Gallegos, indonesios, ghaneses, senegaleses y arrantzales de Costa de Marfil, Madagascar y de Seychelles completan el grupo capturado.

En «buen estado»

El Gobierno de Gasteiz indicó que la tripulación del «Alakrana» se encuentra en «buen estado» y que no consta la existencia de heridos.

La hija del patrón, Cristina Blach, explicó que su padre, Ricardo Blach, natural de Baiona (Pontevedra) y de 59 años de edad, lleva tres meses embarcado y le queda un mes para regresar a casa. Según relató, su madre recibió a las 9.00 horas una llamada de la empresa Echebastar Fleet, propietaria del barco, para comunicarle que el barco y sus tripulantes habían sufrido el ataque de piratas somalíes y que se había perdido el contacto con el buque.

Cristina Blach detalló que su padre lleva desde los doce años pescando y desde hace varios años trabajando para la armadora bermeotarra y apuntó que el capitán pudo hacer llegar un correo electrónico confirmando que se encuentran en buen estado y solicitando que no se les envíen mensajes.

La noticia sobre el secuestro del «Alakrana» no causó demasiada sorpresa en Bermeo. El acceso al puerto estaba cerrado ayer a los medios de comunicación, a los que únicamente se facilitó una nota hecha pública por la empresa, un escueto comunicado de la compañía propietaria, Echebastar Fleet, en el que se especificaban las nacionalidades de los tripulantes y se indicaba que la dirección de la empresa se dirigía a la Embajada española en Nairobi.

La misma nota de la empresa señalaba, a diferencia de la versión de Lakua, que el «Alakrana» había emitido señales de socorro a las 5.30 horas de la madrugada, tras lo que no fue «posible establecer ningún tipo de comunicación con el barco».

En el casco viejo de Bermeo, la noticia se extendió casi en la misma medida que el enfado de algunos veteranos, los únicos que ayer merodeaban cerca del muelle, porque según explicaron, «aquí ahora están todos en la mar, los que están por Irlanda se habrán enterado por radio o por otros medios y los que andan por aquí cerca no vendrán hasta la noche».

Los arrantzales jubilados se quejaron de que «esto se veía venir» y destacaron que quienes faenan en el Índico «hace tres o cuatro años que no van con la misma confianza que antes». Algunos denunciaron abiertamente la inoperancia del Ejército español para garantizar la seguridad de los barcos y subrayaron que «para eso pagamos impuestos».

«Están en Irak y por ahí y no son capaces de vigilar los barcos que están pescando», señaló uno de los arrantzales veteranos, una reflexión que se repitió entre los vecinos. Sobre la necesidad de llevar personas armadas a bordo hay más discrepancias, algunos se mostraron abiertamente a favor de llevar efectivos militares en los buques, otros son más reacios, al opinar que «eso puede traer más problemas».

A primera hora de la tarde de ayer en la localidad costera aún no se conocían las identidades de los tripulantes afectados. «Todavía no sabemos quienes son. Conocemos la empresa porque es de aquí de toda la vida, los dueños -que ya han muerto- eran pescadores de Bermeo», señalaron a GARA en un establecimiento hostelero del puerto.

«El «Alakrana» es un bicho inmenso que no puede entrar en el puerto de Bermeo», explicó una mujer a este diario, al tiempo que agregó que es más difícil conocer a esas tripulaciones, «porque muchos viven fuera de Bermeo y ten en cuenta que se pasan cuatro meses pescando y descansan dos».

Ordenan abandonar el Índico

El secuestro del «Alakrana sacudió más la escena política y el propio sector atunero. A media tarde de ayer los armadores de la flota atunera del Estado español, 17 buques, dieron orden a todos los patrones que faenan en aguas del Océano Índico para que salgan del caladero. Señalaron que es una medida preventiva hasta que se garanticen las condiciones de seguridad.

La Confederación de Pesca, que reúne también a armadores de atuneros congeladores, informó de que el «Alakrana» fue secuestrado por un esquife -típica embarcación utilizada por los piratas somalíes- cuando se dirigía desde el puerto hacia la zona de pesca y que se encontraba a 423 millas náuticas de la costa somalí.

El Gobierno español respondió a la noticia del secuestro enviando a toda la velocidad a la zona la fragata «Canarias», con más de 200 militares a bordo, aunque precisó que tardaría unas 35 horas en llegar. El Estado Mayor informó, asimismo, de que el avión de vigilancia español P3-Orion iba a volver a sobrevolar la zona.

Madrid anunció, por otra parte, la constitución de una comisión de coordinación para estudiar el suceso, presidida por la vicepresidenta primera del Ejecutivo español, con participación del mismo CNI. Precisó que la prioridad es «preservar la seguridad de la tripulación» y subrayó que las operaciones para liberar al «Alakrana» siguen dentro de la misión Atalanta de la UE contra la piratería.

Fuentes militares se refirieron asimismo a la circunstancia de que el «Alakrana» se encontraba fuera del perímetro de seguridad, sobre lo que opinaron que «cada uno es dueño y responsable de los actos» e insistieron en que la fragata española había advertido el jueves sobre la presencia en la zona de embarcaciones sospechosas.

Las medidas del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero no convencieron a la mayor parte de la oposición, que censuró la falta de seguridad y medios que acusan los atuneros en el Índico.

El portavoz del PNV en el Congreso de los diputados, Josu Erkoreka, denunció el «seguidismo vergonzoso» que, a su entender, muestra el Ejecutivo de Lakua respecto al español, en lo referido a la protección de los atuneros vascos que faenan en el océano Índico y remarcó que este nuevo secuestro se produce «tan sólo una semana después de la negativa del Gobierno español al embarque de infantes de marina». Advirtió, por otra parte, que la seguridad privada en los barcos tardará meses debido a la tramitación exigida para mandar armas a aguas internacionales.

diplomacia

La consejera de Agricultura y Pesca de Lakua, Pilar Unzalu, señaló a última hora de la noche que no había novedades en torno a la situación del «Alakrana» y precisó que junto al operativo Atalanta se mantenían iniciativas diplomáticas que no detalló por cuestiones de seguridad.

REAcciones: crónica de un secuestro anunciado

«Playa de Bakio» ontzia zazpi egunez bahituta izan zuten iaz

Euskal Herriko arrantzaleek ondo dakite zein arriskutsua den Indiako Ozeanoa, urte luzetan jasan baitituzte bertako piraten eraso nahiz eraso saiakerak. Iaz, apirilaren 20an, «Playa de Bakio» Bermeoko arrantza-ontzia bahitu zuten lau piratek Indiako Ozeanoan. Somaliako kostaldetik 250 miliatara, nazioarteko uretan, atunetan zebilen 26 pertsonaz osaturiko tripulazioak piraten erasoa jasan zuen. Euskal Herrikoak ziren horietako bost arrantzale,

zortzi galiziarrak, Ghanakoak beste zazpi, Madagaskarrekoak lau, eta Senegaleko eta Seychelleetako bana. Zazpi egunez bahiturik izan zituzten, eta azkenean, aske utzi.

Lakuako Gobernuak orduan azaldu zuenez, armaturiko lau piratek ontziaren kontrola hartu zuten, hainbat granada jaurtigailurekin eraso ostean. Ez zen zauriturik izan. Gau partean, itsaso zabaletik lurrera eraman zuten piratek ontzia, halako erasoak burutzen dituztenean egin ohi duten moduan. Bahiketaren berri izan, eta Estatu espainoleko gobernua, baita Gasteizkoa eta Galiziakoa ere, ontzia askatzeko bitartekari lanak egiten hasi ziren. Bahiketaren bigarren egunean ontziko patroiak berak, telefono dei labur baten bidez zauriturik ez zegoela eta ondo zeudela jakinarazi zion bere emazteari. Era berean, bahitzaileek lehen momentutik argitu zuten bahituen truke dirua baino ez zutela nahi. Apirilaren 26an, zazpi egunez bahiturik izan ostean, piratek aske utzi zituzten 26 marinelak.

Estatu espainolak bidali zuen fragata militarra alboan zutela abiatu ziren guztiak, Somalia atzean utzita, Seychelle irletara, eta ondoren, hegazkinez etxera itzuli ziren. Onik eta zauririk gabe itzuli ziren, eta bahitzaileek ondo tratatu zituztela adierazi bazuten ere, mehatxuak ere jaso zituztela esan zuten.

Estatu espainolak ez zuen orduan erreskatearen inguruan mintzatu nahi izan, baina Somaliako agintariek bahitzaileek 766.188 euro jaso zituztela adierazi zuten.

Amaiera ona izan zuen iazko bahiketak, baina arrantzaleek esperientzia oso gogorra izan zela aitortu zuten. «Bahitzaileei kasu egin behar genien, gainontzean, zintzurra moztearekin mehatxu egiten ziguten», kontatu zuten «Playa de Bakio» ontziko patroiak. A. Z.

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