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Opositores a la planta de coque se movilizarán ante la llegada de sus dos hornos

Mañana, según las previsiones de Petronor, se transportará desde el puerto de Santurtzi hasta la refinería de Muskiz una de las dos cámaras de coquización de la polémica URF. Por ello, los opositores a esta planta petroquímica organizarán una «comitiva fúnebre» de protesta.

A.G. |

Los dos hornos de coque, de 485 toneladas de peso cada uno y 43 metros de altura por 10 de diámetro, permanecen en el muelle de Punta Sollano, en el puerto de Santurtzi, a la espera de ser trasladados hasta la refinería de Petronor en Muskiz. Las dos colosales piezas, construidas por Duro Felguera, llegaron el miércoles pasado por vía marítima procedentes de Gijón.

Mañana, una de las cámaras de coquización, con forma de «cohete», será transportada por carretera hasta la playa de La Arena. Por la noche, a través de una carretera sinuosa, se introducirá en el interior del complejo de la filial de Repsol. El miércoles se hará lo propio con la otra. Tal dimensión tienen los hornos que el buque que las trasladó desde el puerto gijonés de El Musel llevó uno en la bodega y otra en la cubierta.

A pesar de que los trabajos de construcción de la Unidad de Reducción de Fueloil (URF) comenzaron en marzo, es ahora con la llegada de los dos hornos cuando los ciudadanos tendrán más claro las dimensiones de la planta que impulsa contra viento y marea la compañía que preside Josu Jon Imaz.

Para protestar por la llegada de estas piezas clave, la Coordinadora Anti-Coke ha convocado para mañana, a las 19.00, una «comitiva fúnebre» para acompañar el «cohete» desde el cementerio de San Julián de Musques. En las cercanías de este barrio muskiztarra será donde se alze la URF, sus habitantes recuerdan que «vivimos en una zona en la que se registra un exceso de mortalidad por cáncer y enfermedades respiratorias».

Desde la plataforma ciudadana se denunció que son «testigos diarios de ruidos, antorchas humeantes, humos que provocan situaciones de alarma, que ningún organismo oficial recoge ni contesta». Es más, subrayan que en los dos últimos años «han descubierto y demostrado la ilegalidad fragante sobre la que sustenta la actividad de la refinería».

La Coordinadora matiza que la Autorización Ambiental Integrada (AAI) de las instalaciones de Petronor es provisional, pues no ha cumplido -dicen- las condiciones impuestas por el Departamento de Calidad Ambiental del Ejecutivo de Lakua. «Si esta autorización no es firme, menos aún las demás que están condicionadas al cumplimiento de la primera»; asimismo, las licencias de obras carecen del preceptivo informe de la Dirección de Costas. Por ello, mantienen 5 procesos en los tribunales.

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