Más de cien mil personas salieron ayer a la calle en Roma para defender la libertad de expresión y en contra de los ataques del primer ministro, Silvio Berlusconi que, disgustado con las informaciones relativas a sus escándalos sexuales, ha interpuesto millonarias demandas contra varios medios de comunicación. En la Plaza del Pueblo de la capital se dieron cita representantes de la vida política, cultural y sindical, entre ellos el escritor napolitano Roberto Saviano y el líder del opositor partido Italia de los Valores (IDV), el ex magistrado Antonio Di Pietro, que estos días ha intensificado sus ataques contra Berlusconi por la amnistía fiscal para capitales en el extranjero.

Saviano, que se deja ver poco entre la multitud por las amenazas que ha recibido de la mafia, fue uno de los más aplaudidos por los manifestantes, que convirtieron el acto, organizado por la Federación de la Prensa de Italia (FNSI), en toda una fiesta con música incluida y en una demostración de oposición.

«Es bonito ver tantas caras juntas y tanto sol para mí, que no estoy acostumbrado. En estos días se ha hablado mucho de la libertad de prensa. La libertad de prensa por la que combatimos es la serenidad de poder trabajar, de saber que se puede trabajar sin esperar coacciones, sin esperar que tu vida privada sea utilizada como arma para hacerte callar», resaltó Saviano.

Añadió que en el sur de Italia se ha convertido «en algo muy complicado» escribir sobre ciertos temas debido al poder de la mafia. «La mafia ha enfangado el término honor y creo que reuniéndonos aquí hemos demostrado que el país defiende su honor. En definitiva, todo lo que sucede estos días significa una vieja verdad: que la verdad y el poder nunca coinciden», remarcó el escritor.

La concentración, prevista para el 19 de setiembre, fue aplazada por la muerte de seis soldados italianos en Afganistán.

Desde entonces, una nueva polémica se ha sumado a Berlusconi, la aprobación el viernes del «escudo fiscal», la amnistía para capitales ilícitos en el extranjero, que la oposición considera que favorece a las mafias. Éste fue uno de los temas más contestados en la movilización de ayer, que tuvo réplicas en ciudades como Milán.

«Nunca como en este momento es necesario que sea confirmado el derecho a la información, porque es un derecho a la democracia», remarcó Di Pietro.

Durante la marcha también se pudo escuchar el cántico de «todos somos canallas», calificativo que Berlusconi dedicó a la profesión periodística.